lunes, 10 de marzo de 2025

Memoria, derechos humanos y crisis política: Fernando Pequeño Ragone reflexiona sobre el legado de Miguel Ragone y los desafíos de la democracia actual

En el contexto de los actos recordatorios a 49 años de su desaparición.

Entrevista con Fernando Pequeño Ragone, presidente de la Asociación Miguel Ragone, sobre derechos humanos, el legado de su abuelo Miguel Ragone y la conmemoración del 49º aniversario de su asesinato.

Fernando Pequeño entrevistado por Edgar Castillo, Canal 2 TV Salta. 


 

La entrevista del periodista Edgar Castillo a Fernando Pequeño Ragone, quien es presidente de la Asociación Miguel Ragone, visualiza su vínculo personal con el ex gobernador Ragone y su labor en defensa de los derechos humanos, así como la conmemoración del aniversario de la desaparición de su abuelo, el exgobernador Miguel Ragone. Se centra en la conmemoración del 49 aniversario de la desaparición de Ragone en la intersección de las Av. Entre Ríos y Del Bicentenario, destacando la importancia de recordar a Miguel Ragone como una figura emblemática de la democracia y los derechos humanos en un contexto político actual convulso.

Posteriormente la entrevista aborda la intervención del gobierno de Miguel Ragone y su relación con el contexto político de la época, así como las repercusiones de la violencia estatal en Argentina durante los años 70. Aborda la preocupación por el estado de la democracia y el aumento de la violencia en la sociedad, haciendo paralelismos con momentos históricos oscuros. Discute la crisis de representación política en Argentina y la necesidad de un enfoque intersectorial para abordar los efectos del neoliberalismo en la sociedad.

Ragone habla sobre la intersectorialidad como una solución necesaria para reconstituir cultural y políticamente lo que ha sido fragmentado por el neoliberalismo. Identifica una crisis de representación política, donde los partidos no logran organizar una oposición efectiva, cada uno se enfoca en sus propios intereses. Critica a los partidos políticos, señalando que muchos han traicionado sus propias ideologías y promesas, lo que lleva a una falta de representación auténtica. Y termina expresando su esperanza en que la intervención del Partido Justicialista de Salta por parte del PJ Nacional pueda cambiar esta dinámica de estafa política y que no queden impunes.




jueves, 6 de marzo de 2025

La Herencia de la Resistencia: Güemes y Ragone, Símbolos de un Pueblo

Salta, tierra de resistencia, honra en Martín Miguel de Güemes y Miguel Ragone a dos líderes que, aunque separados por el tiempo, comparten el espíritu de lucha contra la opresión.

En el devenir de la hisotoria nacional y salteña la "memoria selectiva" no es casual: el nacionalismo hegemónico celebra a los héroes muertos mientras persigue a sus herederos vivos. Al hacerlo, vacía de contenido material los ideales de independencia y justicia social, reduciéndolos a símbolos vacíos que no cuestionan el orden establecido.


La historia de Salta, tierra de profundas raíces y espíritu indomable, se encuentra marcada por la presencia de dos figuras que trascienden el tiempo: Martín Miguel de Güemes y Miguel Ragone. Separados por el devenir histórico, ambos líderes comparten un hilo conductor que los une en la memoria colectiva: la defensa apasionada de su pueblo y la lucha contra la opresión.

Güemes, el caudillo gaucho, irrumpió en la escena histórica durante la Guerra de Independencia, erigiéndose como un baluarte contra el avance realista. Su liderazgo carismático y su conexión genuina con los gauchos salteños le permitieron movilizar a un ejército popular que resistió con valentía los embates del poder colonial. Su estrategia de guerra de guerrillas, adaptada a la geografía y al espíritu de su gente, demostró que la resistencia podía florecer en los rincones más remotos de la patria.

Dos siglos después, Miguel Ragone emergió en un contexto igualmente convulso. Su gobierno, breve pero intenso, se caracterizó por su compromiso con la justicia social y su defensa de los derechos de los trabajadores. En un momento en que las sombras de la dictadura se cernían sobre Argentina, Ragone se convirtió en un faro de esperanza para los sectores populares salteños. Su valentía al enfrentarse a las fuerzas represivas lo convirtió en un símbolo de resistencia contra la opresión.

Más allá de las diferencias temporales y contextuales, Güemes y Ragone comparten un legado común: el de líderes que antepusieron el bienestar de su pueblo a sus propios intereses. Ambos encarnaron el espíritu de la resistencia salteña, demostrando que la dignidad y la justicia son valores innegociables. Su memoria perdura como un recordatorio de que la lucha por un futuro mejor exige valentía, compromiso y la convicción de que otro mundo es posible.

Güemes y Ragone son dos caras de una misma moneda: la de un pueblo que se niega a ser sometido. Su legado nos invita a reflexionar sobre la importancia de la memoria histórica y la necesidad de mantener viva la llama de la resistencia.



Güemes y Ragone: Continuidades y Rupturas en la Lucha por la Soberanía y los Sectores Populares

De la Resistencia Gaucha a la Lucha Popular

La historia de América Latina está marcada por una tensión recurrente entre proyectos de liberación nacional y la persistencia de estructuras de dominación interna y externa. En Argentina, dos figuras emblemáticas, separadas por siglo y medio, encarnan esta lucha: Martín Miguel de Güemes, líder de la resistencia gaucha durante las guerras de la independencia, y Miguel Ragone, gobernador de Salta en la década de 1970, asesinado por la dictadura cívico-militar. Ambos representan esfuerzos por construir una soberanía basada en la inclusión de los sectores populares, pero sus trayectorias también revelan las contradicciones y limitaciones de estos proyectos en un continente históricamente sometido a presiones imperialistas y oligárquicas. Pretendemos explorar las continuidades y rupturas entre ambos líderes, analizando cómo sus luchas reflejan los desafíos de la emancipación en América Latina. Para lo cual construimos cinco tesis como punto de partida (ver más abajo)

 

Güemes: La Soberanía Popular en la Independencia

Martín Miguel de Güemes emergió como un líder clave en la defensa del norte argentino durante las guerras de independencia. Su estrategia militar, basada en la movilización de gauchos y campesinos, no solo fue efectiva para contener el avance realista, sino que también simbolizó una forma de soberanía territorial y política profundamente popular. Güemes integró a los sectores rurales, históricamente marginados, en un proyecto nacional que buscaba expulsar a las potencias extranjeras y consolidar la autonomía política.

Sin embargo, su liderazgo también enfrentó la resistencia de las élites porteñas, que veían con recelo la autonomía del norte y la participación de los gauchos en la política. La muerte de Güemes en 1821, traicionado por sectores internos, marcó el inicio de un proceso de centralización política en Buenos Aires que marginó a las provincias del interior y a los sectores populares que habían luchado por la independencia. Así, la figura de Güemes se convirtió en un símbolo de resistencia, pero también en un recordatorio de las limitaciones de los proyectos emancipatorios en un contexto de fragmentación y desigualdad.

 

Ragone: La Segunda Liberación en los '70

Más de un siglo después, Miguel Ragone retomó, desde Salta, la bandera de la soberanía y la justicia social. Como gobernador peronista de izquierda, Ragone impulsó reformas radicales: redistribución de tierras, expansión de la educación pública, mejora de la salud rural y apoyo a los trabajadores. Su gestión se alineó con los movimientos antiimperialistas de la época, como el gobierno de Salvador Allende en Chile, y confrontó directamente a las oligarquías locales y a los intereses extranjeros que buscaban mantener el statu quo.

El asesinato de Ragone en 1976, en el marco del Plan Cóndor, no fue solo un acto de represión política, sino un intento de eliminar un proyecto que actualizaba los ideales güemesianos en un contexto latinoamericano marcado por la Guerra Fría. La dictadura cívico-militar, apoyada por Estados Unidos, buscó erradicar cualquier forma de resistencia popular que cuestionara el modelo neoliberal y dependiente que se impondría en las décadas siguientes.

 

Continuidades: Soberanía, Antiimperialismo y Participación Popular

Tanto Güemes como Ragone representan proyectos políticos que vinculan la defensa de la soberanía nacional con la inclusión de los sectores populares. Güemes movilizó a los gauchos como actores centrales en la lucha independentista, mientras que Ragone priorizó a los campesinos, obreros y comunidades rurales en su agenda de gobierno. Ambos enfrentaron a las élites locales y a las potencias extranjeras que buscaban mantener su influencia en la región.

Esta continuidad revela una constante en la historia latinoamericana: la lucha por la independencia y la justicia social no puede separarse de la participación activa de los sectores marginados. Sin embargo, también muestra cómo estos proyectos son sistemáticamente neutralizados por alianzas entre las oligarquías locales y los intereses imperialistas.

 

Rupturas: Contextos y Desafíos Diferentes

A pesar de las similitudes, los contextos en que actuaron Güemes y Ragone presentan diferencias significativas. Güemes luchó contra un imperio colonial en declive (España), mientras que Ragone enfrentó a una potencia global en ascenso (Estados Unidos) y a un sistema capitalista mucho más complejo y globalizado. Además, mientras Güemes operó en un contexto de guerra abierta, Ragone lo hizo en un escenario de Guerra Fría, donde la represión tomó formas más sofisticadas y coordinadas a nivel continental (Plan Cóndor).

Otra ruptura clave es el rol del Estado: mientras Güemes defendió una soberanía territorial frente a invasiones externas, Ragone buscó transformar el Estado desde adentro, democratizando el acceso a la tierra, la educación y la salud. Esta diferencia refleja la evolución de los desafíos de la emancipación en América Latina, desde la independencia política hasta la lucha por la justicia social y económica.

 

Memoria y Olvido: El Nacionalismo como Dispositivo de Control

La figura de Güemes ha sido instrumentalizada por el discurso nacionalista como símbolo abstracto de unidad y resistencia, pero su legado concreto—la participación popular y la defensa de la soberanía—ha sido sistemáticamente ignorado. De manera similar, Ragone fue silenciado por la dictadura y su memoria relegada a un segundo plano, a pesar de que su proyecto representaba una actualización de los ideales güemesianos.

Esta "memoria selectiva" no es casual: el nacionalismo hegemónico celebra a los héroes muertos mientras persigue a sus herederos vivos. Al hacerlo, vacía de contenido material los ideales de independencia y justicia social, reduciéndolos a símbolos vacíos que no cuestionan el orden establecido.

 

La Lucha Inconclusa

Güemes y Ragone encarnan dos momentos clave en la historia de Argentina y América Latina: la lucha por la independencia política en el siglo XIX y la batalla por la justicia social en el siglo XX. Sus trayectorias revelan tanto las posibilidades como los límites de los proyectos emancipatorios en un continente marcado por la dependencia y la desigualdad.

Hoy, en un contexto de neoliberalismo globalizado y extractivismo, sus legados nos interpelan: ¿cómo construir una soberanía que no solo sea política, sino también económica y social? ¿Cómo integrar a los sectores populares sin caer en la trampa de la cooptación o la represión? Las respuestas a estas preguntas requieren recuperar la memoria de líderes como Güemes y Ragone, no como símbolos abstractos, sino como referentes de luchas concretas por la liberación y la dignidad.

La historia de América Latina es, en gran medida, la historia de estas luchas interrumpidas. Pero también es la historia de su persistencia, de la capacidad de los pueblos para reinventar, una y otra vez, el sueño de la emancipación. Güemes y Ragone son parte de esa tradición, y su legado sigue vivo en cada lucha por un mundo más justo y soberano.

 

Hipótesis Integradoras

Hipótesis de la Línea Histórica de Resistencia Antiimperialista

Tanto Güemes como Ragone articulan proyectos políticos que vinculan la defensa territorial con la inclusión de los sectores populares (gauchos en el siglo XIX; campesinos y obreros en el siglo XX). Sin embargo, mientras Güemes resistió a potencias coloniales europeas, Ragone enfrentó al imperialismo estadounidense y a las élites locales aliadas al capital transnacional. Esta continuidad revela que la "unidad nacional" solo es funcional al discurso hegemónico cuando no cuestiona el poder oligárquico, como evidenció el asesinato de Ragone y la cooptación neoliberal del legado de Güemes.

Hipótesis del Nacionalismo Popular Traicionado

El gobierno de Ragone recuperó simbólicamente la figura de Güemes para legitimar su agenda redistributiva, vinculando la independencia del siglo XIX con la "segunda liberación" antiimperialista de los '70. No obstante, así como Güemes fue abandonado por las élites porteñas de su tiempo, Ragone fue saboteado por el peronismo ortodoxo y las fuerzas represivas, demostrando que los proyectos que integran a los sectores rurales/populares son sistemáticamente neutralizados por alianzas entre poder local y agendas extranjeras.

Hipótesis de la Soberanía Inconclusa

Ambos líderes encarnaron una soberanía no solo política, sino social: Güemes con la militarización gaucha y Ragone con políticas de acceso a la tierra y salud comunitaria. Sin embargo, sus muertes violentas (Güemes en combate, Ragone ejecutado) marcan la imposibilidad de consolidar modelos alternativos al centralismo porteño/neoliberal. La paradoja es que, mientras el Estado invoca a Güemes como héroe muerto, persigue a sus herederos políticos vivos (como Ragone), vaciando de contenido material la "unidad nacional".

Hipótesis de la Memoria como Campo de Batalla

La exaltación de Güemes como ícono abstracto de argentinidad contrasta con el silenciamiento de figuras como Ragone, cuya gestión concreta actualizó los ideales güemesianos. Esto refleja una memoria selectiva: se celebra al héroe histórico cuando su lucha se despolitiza, pero se ocultan las continuidades de opresión que líderes como Ragone denunciaron (ej. alianzas con EE.UU., desfinanciamiento de lo rural). El nacionalismo, así, opera como un dispositivo de olvido.

La Paradoja Democrática: Reivindicación del Operativo Independencia y el Riesgo de un Estado Genocida

 Manifiesto de las Organizaciones de Derechos Humanos de Salta

Construida con IA Generativa Grok

Las organizaciones de Derechos Humanos de Salta manifestamos nuestra profunda preocupación ante la reivindicación del Operativo Independencia por parte del gobierno nacional y de ciertos grupos locales que ensalzan la figura de los conscriptos del servicio militar de 1973 y 1974. Consideramos alarmante la intención de construir una narrativa que glorifica a soldados que, si bien fueron víctimas de órdenes emitidas por un gobierno en deriva autoritaria, también fueron partícipes de un aparato represivo.

Nos inquieta el estancamiento de los juicios vinculados al Operativo Independencia y la imperiosa necesidad de analizar cómo se gestó la represión estatal bajo gobiernos formalmente democráticos. En este sentido, reafirmamos nuestro compromiso con la memoria de las víctimas y la conexión de los sucesos del pasado con la actual coyuntura política, especialmente en relación con las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei.

El gobierno nacional actual reivindica y conmemora explícitamente el Operativo Independencia, organizando desfiles y actos en Tucumán, en paralelo a las conmemoraciones de las organizaciones de víctimas de este operativo. Esta situación plantea una contradicción fundamental: ¿cómo un gobierno elegido democráticamente puede llegar a convertirse en un gobierno terrorista y genocida, capaz de institucionalizar abiertamente el Operativo Independencia e intervenir provincias, como la Salta de Ragone?

Proponemos que se haga un análisis profundo sobre cómo un gobierno electo puede derivar en prácticas genocidas. Si bien en el contexto actual se argumenta que no se llevan a cabo secuestros ni asesinatos como en el pasado, sostenemos que el gobierno está "matando de hambre" y destruyendo al país de otras maneras, generando incertidumbre sobre los límites de su accionar. Instamos a que se comprendan los mecanismos y las condiciones que permiten la erosión de la democracia y la emergencia de formas de violencia estatal, incluso bajo un manto de legitimidad electoral.

Frente al desguace día a día de los recursos, las instituciones y la democracia de los argentinos, y de la crueldad de una conducción que desprecia al Estado e infringe sufrimientos innecesarios a los ciudadanos, vemos la necesidad de poner en debate una "etapa oscura" de la historia que se evita discutir y que presenta similitudes con la situación actual. Esta conexión con el presente no se realiza por una cuestión meramente histórica, sino por la importancia política de analizarla en el contexto de las acciones del gobierno actual. Es la etapa del Operativo Independencia en Tucumán.

El Operativo Independencia fue un despliegue militar en la provincia de Tucumán, iniciado el 5 de febrero de 1975 bajo el gobierno de María Estela Martínez de Perón, y que se extendió hasta 1979. Su objetivo declarado era "neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos", en particular el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El operativo implicó una escalada de la represión estatal, con graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo desapariciones, torturas y asesinatos. Se considera un antecedente clave del terrorismo de Estado que caracterizó a la dictadura militar que tomó el poder en 1976.

Para comprender la intrincada y profunda relación entre el Operativo Independencia y la erosión de las instituciones democráticas, es crucial establecer una cronología precisa de los actos represivos. La pregunta central es: ¿cuándo se inició la represión estatal? ¿Fue el 5 de febrero de 1975, con el decreto de Isabel Perón que oficializó el Operativo? ¿O acaso se remonta a 1974, con la intervención de las provincias consideradas "subversivas"?

En estas provincias intervenidas (Córdoba, Formosa, Mendoza, Salta y Tucumán), se desató una represión ilegal, marcada por muertes y desapariciones, sin un decreto del Poder Ejecutivo que regulara las condiciones de la vida cotidiana. Tardíamente en 1975, el Operativo Independencia fue legalizado mediante un decreto que extendió la represión a toda la región, e Isabel Perón designó a Videla como jefe de las fuerzas armadas.

 

Salta y la conmemoración de la Batalla de Salta como escenario de reivindicación del Operativo Independencia

En Salta la gestión del gobernador Sáenz evidencia un marcado cambio de paradigma respecto a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia construidas en Salta durante las administraciones post-dictadura, alineándose con las simpatías manifestadas hacia el gobierno nacional de Milei. Esta nueva orientación se ha manifestado de manera palpable en los actos conmemorativos de la Batalla de Salta del 20 de febrero, donde desfilan soldados del Operativo Independencia junto a veteranos de Malvinas, revelando una preocupante ambigüedad ideológica y las consecuencias de una política nacional que favorece los intereses del imperialismo estadounidense.

Para la gestión del gobierno provincial, esta tendencia se traduce en una política de entrega de recursos naturales, confundiendo el progreso de los salteños con la oportunidad de negocios para unos pocos, bajo una lógica colonialista. La inclusión de regimientos de Orán y Tartagal en el desfile tradicional, unidades implicadas en crímenes de lesa humanidad, es una afrenta a la memoria y un claro mensaje de impunidad.

La prohibición de ingresar banderas de familiares de desaparecidos en la conmemoración de 2024, contrastando con la presencia de los "héroes" del Operativo Independencia, evidencia la oposición del gobierno provincial a los procesos populares de Memoria, Verdad y Justicia. El 20 de febrero debe ser un día de reivindicación de la liberación nacional y la soberanía, no un escenario para la exaltación de la entrega y la violencia fratricida.

La línea que conecta los fusilamientos de Famaillá en 1975, la designación de Videla como comandante de las Fuerzas por Isabel Perón ese mismo año y la presencia de Victoria Villarruel en el palco oficial de la Batalla de Salta 2024, es una clara muestra de las reivindicaciones y políticas públicas en materia de seguridad, represión y economía, que confunden intereses privados con bienestar público. La pregunta que surge es inevitable: ¿a quién invitará el gobernador Sáenz el próximo año para conmemorar la Batalla de Salta?

El Operativo Independencia no se localizó solo en la guerrilla de Tucumán, sino que fue un Operativo de alcance regional.

En Salta, este Operativo extendió el clima de represión y se cobró las primeras muertes y desapariciones desde un año antes que se imponga abiertamente la Dictadura del ’76.

Todos los muertos de Rosario de Lerma en 1974 relacionados a las luchas rurales en el ámbito del tabaco, los asesinatos Guillermo Álzaga, secretario general del Sindicato Único de Empleados del Tabaco de la República Argentina y la de Felipe Burgos y la federación única de sindicatos de trabajadores campesinos y afines (FUTSCA); son estrategias en el marco del Operativo Independencia.

También las muertes del periodista Hector Jaime y del militante Eduardo Fronda. Y el magnicidio del ya intervenido Gobernador Miguel Ragone. El Operativo aseguraba la zona liberada entre Santiago del Estero y Salta pasando por Tucumán, desde donde se robaron los autos que intervinieron en el secuestro y asesinato de Ragone en 1976, antes del anuncio de la Dictadura. El secuestro de Ragone se inscribe en el contexto del Operativo Independencia.


miércoles, 5 de marzo de 2025

Salta: Marzo, un Mes para la Memoria, la Justicia y la Resistencia

Acompañamos en la tarde, la tradicional reunión de los miércoles de la Mesa de Derechos Humanos. Es en oficinas de la Universidad Nacional de Salta en el centro. Fue con el objeto de compartir acuerdos sobre acciones estratégicas para el marzo de la memoria en Salta.

Mesa de Derechos Humanos reunida en oficinas UNSa

Marzo, en el calendario salteño, no es un mes más. Es un crisol de memorias, un tiempo donde el pasado se entrelaza con el presente, donde las luchas y los dolores se convierten en faros que iluminan el camino hacia un futuro más justo. Tres eventos, grabados a fuego en la memoria colectiva, definen la esencia de este mes: las incansables luchas de las mujeres, el crimen impune del gobernador Miguel Ragone y el sombrío inicio de la dictadura militar.

El 8 de marzo, el eco de las voces femeninas resuena con fuerza en las calles salteñas. No es solo la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, sino también el recuerdo de aquellas que, durante la dictadura, sufrieron la violencia en sus formas más crueles y despiadadas. Sus historias, marcadas por la resistencia y la dignidad, nos recuerdan que la lucha por la igualdad y la justicia es un camino que aún debemos recorrer.

El 11 de marzo, la figura de Miguel Ragone se alza como un símbolo de la resistencia. Su secuestro y asesinato, un crimen que aún clama por justicia, nos recuerda que la violencia política no conoce límites. Su legado, marcado por la defensa de los derechos humanos y la justicia social, nos invita a seguir su ejemplo, a no claudicar en la búsqueda de la verdad.

El 24 de marzo, el silencio se rompe con el grito de "¡Nunca Más!". Es el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, un día para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado, para exigir justicia y para reafirmar nuestro compromiso con la democracia. En Salta, la memoria de la Masacre de Palomitas, entre otros crímenes, nos recuerda que las heridas de la dictadura aún están abiertas, que la impunidad es una deuda pendiente.

Marzo, entonces, se convierte en un tiempo de reflexión, de memoria y de lucha. Es un mes para honrar a quienes dieron su vida por la justicia, para exigir verdad y castigo para los culpables, y para construir una sociedad donde los derechos humanos sean una realidad para todos. Es un mes para que las nuevas generaciones tomen la posta, para que la memoria no se diluya en el tiempo, y para que el "¡Nunca Más!" resuene con fuerza en cada rincón de Salta.

 

Planificación y Debates en la Mesa de Derechos Humanos de Salta - Marzo 2024

Puntos clave discutidos en la reunión de la Mesa de Derechos Humanos de Salta, enfocada en la organización de eventos conmemorativos para el mes de marzo y el análisis de la coyuntura política actual.

Organización de Eventos Conmemorativos:

Se planificaron actividades para recordar fechas significativas:

  • 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer): Se organizaron eventos para visibilizar las luchas de las mujeres y su papel en la defensa de los derechos humanos.
  • 11 de marzo (Asesinato del Gobernador Miguel Ragone): Se programaron actos para honrar su memoria y legado en la lucha por los derechos humanos.
  • 24 de marzo (Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia): Se coordinaron actividades para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado y exigir justicia.

Postura Política Frente al Gobierno Actual:

  • La Mesa expresó un fuerte rechazo al gobierno nacional, caracterizándolo como autoritario, antidemocrático, fascista, racista, machista, xenófobo, imperialista, entregador, saqueador, cínico y cruel.
  • Se discutieron estrategias para comunicar esta postura en los eventos y a través de los medios de comunicación.

Debate Interno sobre la Unidad del Movimiento:

  • Se abordaron las tensiones y diferencias entre grupos dentro del movimiento feminista y con otros sectores políticos.
  • Se debatió cómo integrar la diversidad de género sin invisibilizar la lucha histórica de las mujeres y los derechos humanos.

Logística y Difusión de los Eventos:

  • Se trataron aspectos prácticos como la organización de conferencias de prensa, la convocatoria a medios, la obtención de permisos y recursos.
  • Se planeo la correcta difusión de los eventos a traves de los medios de comunicación y redes sociales.

Memoria y Reivindicación Histórica:

  • Se enfatizó la importancia de recordar a las mujeres víctimas del terrorismo de Estado y la figura de Miguel Ragone.
  • Se discutió la importancia de vincular el legado histórico con la situación política actual.

 

Ideas y Hechos Clave:

Día Internacional de la Mujer (8 de marzo):

  • Conferencia de Prensa: Se planea una conferencia de prensa para el viernes 7 de marzo a las 10 de la mañana en la legislatura. El objetivo es "reivindicar la lucha de las mujeres, el feminismo, las conquistas", denunciar al gobierno nacional y expresar solidaridad y acompañamiento a todos los grupos de mujeres que marchan.

Acto en Conmemoración del Gobernador Ragone (11 de marzo):

  • Fecha y Hora: Martes 11 de marzo a las 18 horas en el busto de Ragone, al costado del shopping.
  • Dinámica: Se discute la posibilidad de nombrar a los compañeros caídos uno por uno durante el acto, haciendo un "presente". Se busca ligar la figura de Ragone con la situación política actual y la reciente intervención del Partido Justicialista de Salta.
  • Oradores: se discuten estrategias en torno al micrófono abierto.
  • Logística: Se gestiona la obtención de sonido (se contactará a la universidad y a otros contactos).
  • Invitaciones: Se planea invitar a personas y organizaciones específicas.

 

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia (24 de marzo):

  • Acto Central: Se planifica un acto con volanteada y la posible instalación de un "tendedero" con información.
  • Vigilia: Se hará una posible vigilia el domingo 23 de marzo en el anfiteatro del Parque San Martín.
  • Logística: Se gestiona el pedido de bajada de luz, corte de calle y posiblemente sonido móvil a la Municipalidad. Se pedirán100 sillas.
  • Dinámica del Acto: Se debate sobre la apertura del micrófono al público,
  • Repertorio Musical/Consignas: Se mencionan canciones y consignas para la marcha, incluyendo referencias a la lucha histórica y el repudio al gobierno actual. Se propone grabar consignas para reproducir durante la marcha.

 

Postura Política y Crítica al Gobierno:

  • Caracterización Consensuada: El grupo comparte una visión negativa y crítica del gobierno de Milei, utilizando términos como "autoritario", "antidemocrático", "fascista", "racista", "machista", "xenófobo", "imperialista", "entregador", "saqueador", "cínico" y "cruel".
  • Desmantelamiento de Programas: Se denuncia el desmantelamiento de programas de atención a víctimas de violencia y comedores comunitarios por parte del gobierno.
  • Política Internacional: Se menciona la preocupación por la presencia de la "quinta flota".
  • Ley de Memoria: Se destaca la importancia de la aprobación de la ley de memoria y se plantea preguntar a los interventores del PJ su postura al respecto.

Debate sobre la Unidad y la Historia del Movimiento:

  • Tensiones Generacionales e Ideológicas: Se reconoce la dificultad de unificar a diferentes sectores del movimiento feminista y de derechos humanos debido a diferencias generacionales y enfoques en las reivindicaciones (por ejemplo, la centralidad de la diversidad de género versus la lucha histórica de las mujeres).
  • Importancia de la Perspectiva Histórica: Se subraya la autoridad que otorga la historia y la antigüedad en la lucha por los derechos humanos, recordando que las primeras marchas de mujeres llevaban las fotos de las desaparecidas durante el terrorismo de Estado.
  • Crítica a la "sectorización" de la lucha: Se plantea la preocupación de que la reivindicación de la diversidad de género se presente como la principal lucha antifascista, invisibilizando el rol histórico de las mujeres en general.

 

Memoria, derechos humanos y crisis política: Fernando Pequeño Ragone reflexiona sobre el legado de Miguel Ragone y los desafíos de la democracia actual

En el contexto de los actos recordatorios a 49 años de su desaparición. Entrevista con Fernando Pequeño Ragone, presidente de la Asociación ...