sábado, 12 de julio de 2025

Fuerzas Armadas en la Frontera: ¿Protección o Amenaza? La Batalla Legal que Cuestiona los Límites del Poder

Recientemente, el gobierno argentino decidió poner en marcha la "Operación Presidente Julio A. Roca", un plan para que las Fuerzas Armadas (el Ejército) colaboren en tareas de seguridad en las fronteras del norte del país. La justificación oficial es la lucha contra el narcotráfico, calificada como "la nueva guerra que hay que librar".


Frente a esta decisión, diversas organizaciones de derechos humanos y ciudadanos presentaron un recurso de habeas corpus, una herramienta legal urgente para proteger la libertad de las personas. Su argumento era simple: usar soldados, entrenados para la guerra, en tareas de seguridad ciudadana es ilegal y representa una "amenaza cierta e inminente" para los derechos de quienes viven y transitan en la frontera.

La Justicia, sin embargo, rechazó el pedido. Pero la decisión no fue unánime y dejó al descubierto un profundo debate sobre el rol de las Fuerzas Armadas y los límites del poder del Estado.

¿Por qué la Justicia Rechazó el Pedido? La "Amenaza que Todavía no Existe"

La respuesta de la mayoría de los jueces de la Cámara Federal de Salta se puede resumir así: no se puede actuar sobre algo que todavía no ha ocurrido. El tribunal concluyó que no existe una amenaza "actual o inminente" para la libertad de las personas.

Para entenderlo fácilmente, un habeas corpus preventivo funciona como una alarma de incendio. Las organizaciones tiraron de la alarma al ver el plan del gobierno, pero los jueces consideraron que, por ahora, solo hay humo y no fuego. Argumentaron que la "Operación Roca" está todavía en una fase de "preparación logística". Es decir, se están organizando, pero los soldados aún no están en la calle deteniendo gente.

Además, la Cámara señaló que si en el futuro algún militar comete un abuso o una detención ilegal, ese acto tendrá su "natural remedio en el correspondiente proceso penal". En otras palabras: la justicia actuará si se comete un delito, pero no puede prohibir por adelantado que se cometan delitos.

La Voz Disidente que Advierte el Peligro: El Voto del Juez Castellanos

Aquí es donde la historia se vuelve más compleja. Uno de los jueces, el Dr. Alejandro Castellanos, estuvo de acuerdo con el resultado final (no frenar la operación ahora), pero sus motivos fueron radicalmente distintos y mucho más críticos con el gobierno. Su voto es una advertencia fundamental sobre la legalidad de todo el operativo.

El Juez Castellanos planteó tres puntos clave:

  1. Zapatos equivocados para el trabajo: Sostuvo que las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad (como Gendarmería) tienen misiones, entrenamientos y equipamientos completamente distintos. Los militares están preparados para la defensa ante una agresión externa (una guerra), no para la seguridad interior y la prevención de delitos comunes. Usarlos para esto es como pedirle a un cirujano que arregle un motor: no es su función y los riesgos son enormes.
  2. Un decreto no puede cambiar una ley: El juez aclaró que el gobierno implementó esta operación a través de un decreto, que es una norma de rango inferior a una ley. Las leyes que separan estrictamente la Defensa Nacional de la Seguridad Interior fueron aprobadas por el Congreso. Castellanos advierte que un decreto presidencial no puede modificar o contradecir lo que dice una ley superior, especialmente en un tema tan delicado.
  3. El Congreso ya dijo que no: Recientemente, el Congreso aprobó una "Ley Antimafia" para enfrentar al crimen organizado. Esa ley autorizó la intervención de fuerzas policiales y de seguridad, pero "en modo alguno habilitó la intervención de las Fuerzas Armadas". Para el juez, esto es una señal clara de que el Congreso, cuando tuvo la oportunidad, decidió mantener a los militares fuera de estas tareas.

El voto del Juez Castellanos es una alarma distinta: aunque hoy no haya una persona concreta en peligro, la base legal de toda la operación es "un halo de confusión" y parece violar la Constitución y las leyes.

 

La Pelea de Fondo y las Propuestas para el Debate Público

Esta contienda jurídica no es solo un tecnicismo. Refleja la tensión que vive el país. Por un lado, la urgencia de combatir el narcotráfico; por otro, el riesgo de debilitar el Estado de Derecho usando atajos que pueden erosionar las garantías de todos los ciudadanos.

Las organizaciones de derechos humanos ven en este fallo una luz de alerta. Aunque perdieron en lo inmediato, el voto del Juez Castellanos les dio argumentos sólidos para continuar el debate. La decisión de la Cámara de esperar a que ocurra un "exceso" para recién actuar es vista como una apuesta arriesgada que legitima una operación potencialmente ilegal.

Frente a esto, es crucial que la ciudadanía se informe y participe. Aquí algunas propuestas para problematizar y continuar el debate:

  1. ¿La lucha contra el narcotráfico justifica cualquier medio? El gobierno argumenta que enfrenta una "guerra". Pero en un Estado de Derecho, ¿pueden suspenderse las reglas y las leyes fundamentales en nombre de un fin superior? ¿Dónde trazamos la línea para no sacrificar derechos en el altar de la seguridad?
  2. ¿Quién controla a los que controlan? La operación se basa en "reglas de empeñamiento" que establecen cómo deben actuar los soldados. Sin embargo, estas reglas son de carácter "reservado". ¿Cómo puede la ciudadanía confiar en un plan cuyas reglas de funcionamiento son secretas? La transparencia debería ser el primer requisito para cualquier operativo de seguridad.
  3. ¿Son los jueces custodios del futuro o solo del pasado? El fallo plantea una pregunta sobre el rol del Poder Judicial. ¿Debe limitarse a castigar los abusos una vez que ocurren, como dice la mayoría? ¿O debe, como sugiere el voto disidente, ejercer un control preventivo para anular decisiones del gobierno que son manifiestamente ilegales o inconstitucionales, antes de que causen daño?.
  4. ¿Qué significa vivir en la frontera? Uno de los argumentos de la primera instancia fue que en las zonas de frontera los derechos, como la privacidad, disminuyen. Esto fue criticado por crear "ciudadanos de primera y segunda categoría". ¿Implica vivir en una zona estratégica tener menos derechos que el resto de los argentinos?

Esta batalla legal recién comienza. La decisión final ha dejado la puerta abierta para que el debate continúe, no solo en los tribunales, sino en la sociedad. Es una discusión fundamental sobre qué tipo de país queremos: uno que combate el delito a cualquier costo o uno que lo hace respetando las leyes y los derechos que tanto costó conseguir.

 

Un contrapunto con la desinstitucionalización de los años setenta

Analizar la situación actual y es presente fallo judicial, a la luz de la desinstitucionalización de los años setenta, a partir de las proposiciones de debate, permite sopesar las diferencias y, sobre todo, identificar las alarmas tempranas.

Ecos del Pasado en el Presente: Un Contrapunto entre la Argentina de los 70 y la Lucha por los Derechos Hoy

La comparación entre la situación actual y el terrorismo de Estado de los años setenta es un ejercicio delicado pero fundamental. No se trata de afirmar que la historia se repite, sino de reconocer los ecos y las lógicas que, de instalarse, pueden erosionar el Estado de Derecho. El debate generado por la "Operación Presidente Julio A. Roca" y el fallo judicial subsiguiente nos obliga a realizar este contrapunto.

1. La Justificación de los Medios por el Fin: "La Guerra contra el Enemigo Interno"

  • Eco de los 70: En la década del setenta, la justificación para la represión fue la existencia de un "enemigo interno": la "subversión". Este enemigo, difuso y omnipresente, justificaba la suspensión de toda garantía legal y la aplicación de una violencia estatal sin precedentes.
  • Situación Actual: Hoy, el discurso oficial invoca una "nueva guerra que hay que librar" contra el "narcoterrorismo" o la "narcocriminalidad". Si bien el narcotráfico es un problema real y grave, la construcción de un enemigo con la lógica de "guerra" es una alarma histórica. Implica que las reglas del juego democrático no son suficientes y que se necesitan medidas excepcionales. El fallo judicial de primera instancia, al validar esta premisa, genera preocupación.
  • El Contrapunto: La diferencia crucial reside en el marco de la disputa. En los setenta, el Estado abandonó por completo el derecho y operó desde la clandestinidad. Hoy, la batalla se libra, paradójicamente, dentro de las instituciones. Las organizaciones de DDHH no están proscritas, sino que utilizan las herramientas del sistema, como el habeas corpus, para cuestionar al poder. El debate es público y la legalidad de los actos del gobierno es objeto de control judicial, por más que el resultado sea adverso.

2. El Control y la Lógica de lo Secreto

  • Eco de los 70: El secreto fue el pilar del terrorismo de Estado. Los centros clandestinos, los secuestros sin registro, los vuelos de la muerte. La opacidad garantizaba la impunidad.
  • Situación Actual: La existencia de "reglas de empeñamiento" de carácter "reservado" es un eco directo de esa lógica. ¿Cómo puede la sociedad controlar una operación de seguridad si no conoce sus reglas? Este secreto crea una zona gris donde el abuso es posible. La desconfianza de las organizaciones, que las lleva a no querer publicar sus propias actas por temor al espionaje y para resguardar su estrategia, es una consecuencia directa de esta memoria histórica de un Estado que usa la información para reprimir.
  • El Contrapunto: Hoy, la existencia de esas reglas, aunque secretas, es reconocida en un expediente judicial. Las organizaciones y el periodismo pueden exigir su publicidad. La lucha actual es por la transparencia, un concepto que en los setenta fue aniquilado. La discusión en la Comisión de DDHH sobre cómo comunicar sus acciones sin ponerse en riesgo es la deliberación de un actor cívico que, aunque amenazado, no ha sido silenciado.

3. El Rol de la Justicia: ¿Barrera de Contención o Vía Libre?

  • Eco de los 70: La complicidad o pasividad de gran parte del Poder Judicial fue indispensable para la dictadura. Los miles de habeas corpus por desaparecidos que fueron rechazados sistemáticamente son la prueba más trágica de un poder que renunció a su función de control.
  • Situación Actual: La decisión de la mayoría de la Cámara de rechazar el habeas corpus con el argumento de que la amenaza no es "actual" y que los eventuales abusos tendrán su "natural remedio" en el futuro genera un fuerte eco de aquella pasividad. Es un tribunal que, en la práctica, decide esperar a que el daño ocurra para actuar.
  • El Contrapunto: La diferencia es abismal y esperanzadora: el voto en disidencia del Juez Castellanos. Su análisis crítico, que desarma la legalidad de los decretos desde adentro del propio sistema judicial, es la antítesis de la justicia cómplice. Este voto no solo salva la legitimidad del poder judicial, sino que se convierte en una herramienta política y jurídica para las organizaciones. Demuestra que no hay un poder monolítico y que la defensa del Estado de Derecho también tiene defensores dentro de las instituciones.

4. La Creación de "Otros" con Menos Derechos

  • Eco de los 70: El terrorismo de Estado funcionó a partir de la estigmatización: el "subversivo" no era un ciudadano con derechos, sino un enemigo a aniquilar.
  • Situación Actual: El argumento judicial que sostiene que "a medida que nos acercamos a la zona de frontera [...] disminuye proporcionalmente ese derecho" de privacidad  es conceptualmente peligroso. Crea, como denunciaron los apelantes, "ciudadanos de primera y segunda categoría". Es la misma lógica de excepcionalidad: para un determinado grupo o en un determinado territorio, la Constitución rige de otra manera.
  • El Contrapunto: A diferencia de los setenta, esta categorización hoy es parte de un debate público y legal. Las organizaciones la denuncian como discriminatoria y el voto disidente la rechaza de plano. La idea no se impone por la fuerza, sino que se discute en el marco de la ley. La lucha hoy consiste en evitar que esta noción excepcional se normalice y se convierta en política de Estado.

En conclusión, no estamos en los setenta. La diferencia fundamental es la existencia de una sociedad civil activa y de instituciones democráticas que, con todas sus falencias y contradicciones, aún funcionan como arena para la disputa. Sin embargo, los ecos están ahí: la retórica de guerra, la lógica del secreto, la creación de zonas de excepción y una justicia que puede pecar de pasiva. El gran riesgo del presente no es un golpe de Estado clásico, sino la desinstitucionalización por goteo: la erosión paulatina de las garantías en nombre de una emergencia, hasta que el Estado deje de ser, para muchos, un garante de derechos. La memoria del pasado es la principal herramienta para identificar y combatir ese peligro en el presente.

 


domingo, 6 de julio de 2025

Palomitas: Memoria, Verdad y Resistencia en Argentina

 6 de julio de 2025.
Portal de la Memoria, Parque San Martín, Salta.

 


Contenidos

1. Conmemoración de la Masacre de Palomitas: Memoria, Verdad y Justicia

2. Resistencia y Denuncia del Gobierno Actual

3. La Importancia de la Unidad y el Legado de los 70

4. Solidaridad Internacional y Regional

La Voz de Fernando Pequeño: Un Cierre que Aúna Memoria, Resistencia y Unidad en el Acto de Palomitas

 

El acto, marcado por la emoción y el compromiso, reunió a familiares de las víctimas, expresos políticos y diversas organizaciones de derechos humanos para recordar a los masacrados hace 49 años y reflexionar sobre la situación política y social actual en Argentina. Se destacaron los temas de memoria, verdad y justicia, la resistencia frente a la represión gubernamental, la importancia de la unidad y la denuncia de las políticas del gobierno actual, incluyendo el "Operativo Roca" y el "Operativo Güemes".

La conmemoración de la Masacre de Palomitas en 2025 fue un poderoso llamado a mantener viva la memoria de las víctimas y a continuar la lucha por la verdad y la justicia. Los participantes, en su mayoría familiares de desaparecidos y expresos políticos, destacaron la necesidad de la unidad frente a un gobierno percibido como represivo y advirtieron sobre los peligros de políticas como el Operativo Roca. El evento reafirmó el compromiso con la defensa de los derechos humanos y la construcción de una Argentina más justa, libre y soberana, con un enfoque claro en la acción y la movilización popular. El grito "Ahora y siempre" para los caídos y la consigna "Fuera Milei" para el presente, encapsulan el espíritu de resistencia y esperanza que marcó la jornada.

 

1. Conmemoración de la Masacre de Palomitas: Memoria, Verdad y Justicia

La conmemoración de la Masacre de Palomitas se erigió como el eje central de un emotivo evento, que reafirmó el compromiso inquebrantable con la memoria, la verdad y la justicia para las víctimas de aquel trágico suceso ocurrido hace 49 años.

Un lema resonó con fuerza a lo largo de la jornada: "Por la masacre de palomitas no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. Adhiere a este acto en conmemoración de la masacre palomita. Presente. Ahora y siempre. Ahora y siempre. Ahora y siempre." Este grito colectivo reflejó la postura firme y decidida de los familiares y diversas organizaciones presentes, quienes manifestaron su inquebrantable determinación de no claudicar en la búsqueda de justicia ni en la condena de los crímenes cometidos.

La significativa presencia y el rol activo de ex-presas políticas de Villa Las Rosas fueron cruciales en el acto. Ellas, "testigas" directas del momento en que se llevaron a las compañeras que luego fueron fusiladas, subrayaron su compromiso mantenido "durante todos estos años". Enfatizaron que para ellas, es una consigna innegociable el "ni olvido ni perdón," asegurando que "nunca olvidamos a ninguna de estas compañeras, las llevamos en nuestro corazón, las llevamos en nuestra mente, las recordamos permanentemente." Su testimonio y dedicación sirvieron como un poderoso recordatorio de la persistencia de la memoria y la lucha.

Un participante del evento destacó la imperiosa necesidad de homenajear a las mujeres que "están acá presentes realmente," argumentando que "hay que hacerle un homenaje también a ellas, pero ahora en vida, no muertas." Esta declaración puso de manifiesto el reconocimiento a la lucha continua y la resiliencia de las sobrevivientes, valorando su presencia y su incansable activismo en el presente.

Finalmente, el acto culminó con un emotivo homenaje a las víctimas de la masacre. Se realizó una sentida lectura de semblanzas de algunos de los compañeros masacrados, destacando aspectos de sus vidas, su militancia política y su profundo compromiso social. Este momento de recordatorio honró su legado y mantuvo viva la memoria de aquellos que fueron brutalmente silenciados. Entre ellos se mencionaron a:

  • María Amelunque: Psicóloga, militante de JP, detenida y casada en el penal de Villa Las Rosas. Sus escritos desde la cárcel expresan: "Los días aquí adentro son juventudes perdidas, son corazones ardientes llorando melancolías. Qué padecer sin razón por defender la verdad, el amor, la justicia y el valor."
  • Georgina Groz: Profesora asociada de Ciencias de la Educación, creadora del Centro Regional de Formación Docente, formada con Paulo Freire en alfabetización, identificada con la teología de la liberación.
  • Alberto Sabranski: Médico, militante de la Juventud Universitaria Peronista y Montoneros, detenido en 1975.
  • Roberto Luis Oglietti: Estudiante de recursos naturales, integrante del PRT, reconocido por su humanidad y capacidad de contener a otros presos.
  • José Pobolo: Comerciante, muy humano e ingenioso, se incorpora al PRT. Se entrega a la policía federal para proteger a su familia, convencido de la lucha revolucionaria. Su frase "Vos vas a morir como un chancho burgués y yo voy a morir luchando" refleja su convicción.
  • Celia Raquel Leonard de Ávila: Maestra, estudió psicología y letras, de gran sensibilidad social y muy cristiana, integrante de la Juventud Universitaria Católica y posteriormente del PRT. Detenida embarazada.
  • Benjamín Leonardo Ávila: Esposo de Celia, con formación en seminario y filosofía, integrante de la JUC y PRT, comprometido con los pobres.
  • Marcelo Walter Businger: De Rosario, militante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, posteriormente Montoneros.
  • Evangelina Mercedes Bota de Nicolá: Maestra de niños con capacidades diferentes, licenciada en psicología, militante del PRT, amaba la lectura, la música y "la lucha por un mundo mejor, un mundo donde no hubiera tantos para unos pocos ni tan pocos para tantos, donde la justicia digera presente y donde la memoria perdurar."

 

2. Resistencia y Denuncia del Gobierno Actual

En el marco de un encuentro de profunda memoria y reivindicación, los participantes expresaron una contundente resistencia y denuncia hacia el gobierno actual, delineando una crítica incisiva a sus políticas y un llamado urgente a la acción. Las intervenciones a lo largo del evento dejaron en claro una clara postura de oposición, arraigada en la defensa de los derechos humanos, la soberanía y la justicia social.

Una de las denuncias centrales se centró en la naturaleza represiva del gobierno, caracterizada por un incremento en las atribuciones otorgadas a las fuerzas de seguridad y la policía. Se mencionó explícitamente el "Operativo Roca", un despliegue de fuerzas militares en la frontera norte, ante el cual la mesa organizadora tomó acciones, presentando un habeas corpus a través del abogado Martín Plaza. Este operativo es visto como una excusa para "sembrar miedo, terror en las poblaciones que están en la frontera de nuestro país". La esperanza, aunque escasa en la acción judicial, reside en que "los pueblos que están en las fronteras y los pueblos de todo el país se hagan cargo y le digan no al operativo Güemes, y al operativo Roca y a todos estos operativos". La colaboración con el Comité contra la Tortura para denunciar "algunas medidas del gobierno provincial" también subraya esta línea de resistencia a la represión estatal.

La crítica se extiende a la misma esencia de la democracia que se vive en el país. Se cuestiona abiertamente: "¿qué democracia estamos viviendo en estos momentos en el país?". Esta interrogante surge en contraposición a la narrativa oficial que "publicitan los medios, que si a Milei le va bien, a nosotros nos va a ir bien". Los oradores enfatizaron que el pueblo que ama a su país se distingue radicalmente de "el gobierno que tenemos ahora". La percepción de un gobierno con una "característica... cada día más represivo" se alinea con la creencia de que se está lejos de los valores democráticos.

En consecuencia, la consigna más potente y directa que surgió fue: "fuera Milei". Se argumentó que el presidente "se tiene que ir para que el pueblo argentino... “pueda recomponer sus organizaciones que han sido diezmadas por las políticas de este gobierno". Esta exigencia no es solo política, sino que está ligada a necesidades fundamentales: "para que coman los niños de los sectores vulnerables, para que los jubilados tengan derecho, para que las ciencias, la tecnología, las artes sigan floreciendo como siempre en este país". La denuncia también incluyó a la vicepresidenta, a quien se calificó de "apóstol del negacionismo" y de "hacer apología del terrorismo de estado".

Ante este panorama, el llamado a la acción fue claro y contundente. Se instó a los compañeros y compañeras a "ponerse firmes todos a la lucha, todos a la organización y todos a las calles para seguir resistiendo y levantando en alto las banderas de estos compañeros que hoy estamos homenajeando". A pesar de que "cada vez somos menos", la convicción es que se mantiene "la misma fuerza de siempre". La necesidad de la unidad en la organización fue un punto recurrente, destacando que en el pasado, a pesar de las diferencias, supieron mantener la unidad para honrar la memoria.

Finalmente, la visión de resistencia se enmarca en un contexto de esperanza por "tiempos mejores", a pesar de observar una "derechización" generalizada en la política. La militancia y la organización se presentan como el camino para "salir de la tristeza" y del lugar donde "nos quisieron poner quienes no permitían construir una patria justa y la justicia social que tanto anhelaba la generación de los 70". La memoria de los compañeros asesinados y desaparecidos, junto con la consigna "Nunca Más", actúan como el motor para esta resistencia continua. La lucha no solo es contra las políticas internas, sino que también se extiende al repudio de acciones internacionales, como el "genocidio Palestina", y a la advertencia de no ser "metidos en una guerra".

El período reciente en Argentina fue marcado por profundas preocupaciones en el ámbito de los derechos humanos y la seguridad, con denuncias sobre la implementación de operativos militares y la apología del terrorismo de Estado. Estas acciones generaron un ambiente de inquietud en diversos sectores de la sociedad.

En el contexto de la represión, se señaló el despliegue de fuerzas militares en la frontera norte a través de lo que se denominó "Operativo Roca" y el "Operativo Güemes". Estas operaciones fueron percibidas como herramientas destinadas a "sembrar miedo, terror en las poblaciones que están en la frontera de nuestro país." A pesar de las dificultades encontradas con los hábeas corpus que fueron presentados para contrarrestar estas acciones, se mantuvo la esperanza de que "los pueblos que están en las fronteras y los pueblos de todo el país se hagan cargo y le digan no al operativo Güemes, al operativo Roca y a todos estos operativos," reflejando una resistencia popular frente a lo que se consideraba una militarización de la vida civil.

Paralelamente, se encendió una alarma entre los defensores de los derechos humanos por la "apología del terrorismo de estado" que, según se denunció, habría sido realizada por la vicepresidenta. Este señalamiento resonó con especial gravedad en un país que aún procesaba las heridas de su pasado reciente, donde la memoria, verdad y justicia son pilares fundamentales para la convivencia democrática. La mención de la apología de tales crímenes fue vista como un retroceso en la consolidación de los derechos humanos y un desafío directo a los consensos construidos en torno al repudio a las violaciones sistemáticas ocurridas durante la última dictadura.

Ambos aspectos, la represión percibida a través de operativos militares y la apología de un período oscuro de la historia, contribuyeron a un clima de tensión social y política, poniendo en el centro del debate la defensa de las libertades y garantías individuales.

En suma, el encuentro fue un espacio de denuncia explícita de un gobierno percibido como represivo y perjudicial para el pueblo, con un firme llamado a la resistencia organizada y unitaria, buscando un cambio profundo que permita la construcción de una patria justa y soberana, arraigada en los valores de la memoria, la verdad y la justicia.

 

3. La Importancia de la Unidad y el Legado de los 70

La conmemoración de la Masacre de Palomitas puso de manifiesto un tema recurrente y vital: la imperiosa necesidad de la unidad entre las diversas facciones y generaciones, junto con una profunda reivindicación del legado de la militancia de los años 70.

Un orador lamentó la existencia de "dos actos por esta masacre," en referencia a otro acto realizado en horas de la tarde por otras organizaciones, y abogó fervientemente por la "unidad”. “Mucha unidad para futuros homenajes”. Esta unidad se consideró fundamental para construir "una agenda que sea un piso para todos los que viven en esta patria y en la patria grande," destacando la visión de un futuro compartido y equitativo.

Se hizo hincapié en la trascendental transición de "ser víctimas a pasar a ser parte de organizaciones políticas que abrazamos la memoria y la verdad y la justicia." Este paso fue interpretado como una forma de "salir de la tristeza, es salir del lugar en donde nos quisieron poner quienes no permitían construir  paz y la justicia social que tanto anhelaba la generación de los 70." Se afirmó que "es el camino y el camino tiene que ser el encuentro," subrayando la importancia de la acción política y la reunión para superar el dolor y avanzar hacia los ideales de aquella generación.

Un participante aportó una perspectiva crítica al recordar que "la persecución también fue dentro del mismo gobierno peronista y el mismo Perón a los compañeros montoneros los insultó el primero de mayo." Este punto buscó una reflexión más amplia sobre la necesidad de que "el pueblo se una... en repudio a todos estos gobiernos, inclusive en el gobierno anterior y en el otro anterior. Hubo presos políticos y no reconocemos eso," apelando a una memoria más inclusiva de las luchas y persecuciones, incluso dentro de períodos democráticos.

Asimismo, se hizo un emotivo llamado a recordar la lucha de los presos políticos dentro de las cárceles, evocando el caso del "Monito" Pistán, quien "compartió conmigo la prisión cuando se [fugaron] los compañeros de Billuris, de Tucumán, estuvimos juntos en Devoto." Se remarcó cómo "hemos combatido, hemos luchado dentro de las rejas estudiando y con el apoyo de todos ustedes, los familiares," resaltando la resistencia y la solidaridad en condiciones extremas.

El evento se convirtió en un espacio crucial para la reivindicación de la Generación del 70. Los "huérfanos" de esa época, como la hija de María del Carmen Alonso de Fernández, buscaron ser nombrados y reconocidos, reafirmando la importancia de que la memoria de sus padres y su legado perdure y sea transmitida a las nuevas generaciones.

 

4. Solidaridad Internacional y Regional

La conmemoración de la Masacre de Palomitas trascendió las fronteras nacionales, enlazando la lucha local con causas globales de justicia y derechos humanos. En este contexto, se manifestó un explícito "repudio al genocidio [en] Palestina," junto con la firme declaración de que "no queremos que nos metan en una guerra como está haciendo el gobierno nacional." Se hizo un llamado contundente "Por la paz," rechazando categóricamente "la guerra y el genocidio del pueblo palestino."

Esta solidaridad internacional se vio acompañada por un importante apoyo regional. La "regional de derechos humanos del NOA" (Noroeste Argentino) se adhirió formalmente al acto en conmemoración de los compañeros y compañeras asesinados hace 49 años en el Paraje Palomitas, subrayando la unidad y el compromiso de las organizaciones de derechos humanos en la región con la memoria y la justicia de este trágico evento.

Final del formulario

 

La Voz de Fernando Pequeño: Un Cierre que Aúna Memoria, Resistencia y Unidad en el Acto de Palomitas

El cierre del emotivo acto conmemorativo de la Masacre de Palomitas estuvo marcado por la significativa intervención de Fernando Pequeño Ragone, nieto del exgobernador de Salta, el Dr. Miguel Ragone, quien fue derrocado al año de gobernar y luego secuestrado el 11 de marzo de 1976. Sus palabras, concisas y cargadas de emoción, encapsularon el espíritu colectivo del encuentro y se vincularon profundamente con las tres principales ideas que resonaron a lo largo de todas las exposiciones.

En primer lugar, su declaración de estar "presente acá con todas y todos ustedes en este momento tan sentido año tras año" reafirmó el compromiso inquebrantable con la Memoria, Verdad y Justicia. Esta presencia anual subraya la promesa de "ni olvido ni perdón" y la determinación de seguir honrando a los compañeros y compañeras asesinados hace 49 años en el Paraje Palomita, cuya memoria debe permanecer "presente ahora y siempre", como un "piso para todos" en la construcción de una agenda. Su rol como "el pequeño de la organización Asociación Ragone" también enfatiza la continuidad de esta labor de recuerdo y reivindicación histórica.

En segundo lugar, aunque Fernando no explicitó una denuncia directa al gobierno actual, su afirmación de que "cada vez somos menos, pero tenemos la misma fuerza de siempre", pronunciada en un acto donde se denunció un gobierno "cada día más represivo" y se exigió "fuera Milei", representa un eco potente de la Resistencia y Denuncia del Gobierno Actual. Su haber aprendido "a hablar poco y a sentir mucho" alude a la profunda indignación por las políticas que, según los oradores, "diezman" al pueblo argentino y contradicen el amor por el país. La "misma fuerza" es la que impulsa a "decirle no al operativo Güemes, al operativo Roca y a todos estos operativos" que buscan "sembrar miedo, terror en las poblaciones", y a "seguir resistiendo y levantando en alto las banderas" de los compañeros, incluyendo el repudio al "genocidio Palestina".

Finalmente, las palabras de Fernando Pequeño Ragone subrayaron la importancia de la Unidad y Organización para la Lucha. Al declararse "presente acá con todas y todos ustedes", el nieto de Ragone enfatizó el carácter colectivo y solidario de la conmemoración. El reconocimiento de que "cada vez somos menos, pero tenemos la misma fuerza de siempre" no es una rendición, sino un llamado a mantener la cohesión y el "encuentro" que, como se señaló, caracterizó la unidad de los compañeros en el pasado a pesar de sus diferencias. Esta unidad y organización son fundamentales para "salir de la tristeza" y del lugar donde "nos quisieron poner quienes no permitían construir una patria justa y la justicia social", siendo la organización y la unidad fundamentales para la lucha.

Así, el mensaje de Fernando Pequeño Ragone se convirtió en un faro de esperanza y un recordatorio de la persistencia de una lucha que, a pesar del tiempo y los desafíos, mantiene viva su esencia en la memoria, la resistencia y la unidad del pueblo.


 

 

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