6 de julio de 2025.
Portal
de la Memoria, Parque San Martín, Salta.
Contenidos
1. Conmemoración de la Masacre de Palomitas: Memoria,
Verdad y Justicia
2. Resistencia y Denuncia del Gobierno Actual
3. La Importancia de la Unidad y el Legado de los 70
4. Solidaridad Internacional y Regional
La Voz de Fernando Pequeño: Un Cierre que Aúna
Memoria, Resistencia y Unidad en el Acto de Palomitas
El acto, marcado por la emoción y el compromiso, reunió a
familiares de las víctimas, expresos políticos y diversas organizaciones de
derechos humanos para recordar a los masacrados hace 49 años y reflexionar
sobre la situación política y social actual en Argentina. Se destacaron los
temas de memoria, verdad y justicia, la resistencia frente a la represión
gubernamental, la importancia de la unidad y la denuncia de las políticas del
gobierno actual, incluyendo el "Operativo Roca" y el "Operativo
Güemes".
La conmemoración de la Masacre de Palomitas en 2025 fue un
poderoso llamado a mantener viva la memoria de las víctimas y a continuar la
lucha por la verdad y la justicia. Los participantes, en su mayoría familiares
de desaparecidos y expresos políticos, destacaron la necesidad de la unidad
frente a un gobierno percibido como represivo y advirtieron sobre los peligros
de políticas como el Operativo Roca. El evento reafirmó el compromiso con la
defensa de los derechos humanos y la construcción de una Argentina más justa,
libre y soberana, con un enfoque claro en la acción y la movilización popular.
El grito "Ahora y siempre" para los caídos y la consigna "Fuera
Milei" para el presente, encapsulan el espíritu de resistencia y esperanza
que marcó la jornada.
1. Conmemoración de la Masacre de Palomitas:
Memoria, Verdad y Justicia
La conmemoración de la Masacre de Palomitas se erigió como
el eje central de un emotivo evento, que reafirmó el compromiso inquebrantable
con la memoria, la verdad y la justicia para las víctimas de aquel trágico
suceso ocurrido hace 49 años.
Un lema resonó con fuerza a lo largo de la jornada:
"Por la masacre de palomitas no olvidamos, no perdonamos, no nos
reconciliamos. Adhiere a este acto en conmemoración de la masacre palomita.
Presente. Ahora y siempre. Ahora y siempre. Ahora y siempre." Este grito
colectivo reflejó la postura firme y decidida de los familiares y diversas
organizaciones presentes, quienes manifestaron su inquebrantable determinación
de no claudicar en la búsqueda de justicia ni en la condena de los crímenes cometidos.
La significativa presencia y el rol activo de ex-presas
políticas de Villa Las Rosas fueron cruciales en el acto. Ellas,
"testigas" directas del momento en que se llevaron a las compañeras
que luego fueron fusiladas, subrayaron su compromiso mantenido "durante
todos estos años". Enfatizaron que para ellas, es una consigna
innegociable el "ni olvido ni perdón," asegurando que "nunca
olvidamos a ninguna de estas compañeras, las llevamos en nuestro corazón, las
llevamos en nuestra mente, las recordamos permanentemente." Su testimonio
y dedicación sirvieron como un poderoso recordatorio de la persistencia de la
memoria y la lucha.
Un participante del evento destacó la imperiosa necesidad de
homenajear a las mujeres que "están acá presentes realmente,"
argumentando que "hay que hacerle un homenaje también a ellas, pero ahora
en vida, no muertas." Esta declaración puso de manifiesto el
reconocimiento a la lucha continua y la resiliencia de las sobrevivientes,
valorando su presencia y su incansable activismo en el presente.
Finalmente, el acto culminó con un emotivo homenaje a las
víctimas de la masacre. Se realizó una sentida lectura de semblanzas de algunos
de los compañeros masacrados, destacando aspectos de sus vidas, su militancia
política y su profundo compromiso social. Este momento de recordatorio honró su
legado y mantuvo viva la memoria de aquellos que fueron brutalmente
silenciados. Entre ellos se mencionaron a:
- María
Amelunque: Psicóloga, militante de JP, detenida y casada en el penal
de Villa Las Rosas. Sus escritos desde la cárcel expresan: "Los días
aquí adentro son juventudes perdidas, son corazones ardientes llorando
melancolías. Qué padecer sin razón por defender la verdad, el amor, la
justicia y el valor."
- Georgina
Groz: Profesora asociada de Ciencias de la Educación, creadora del
Centro Regional de Formación Docente, formada con Paulo Freire en
alfabetización, identificada con la teología de la liberación.
- Alberto
Sabranski: Médico, militante de la Juventud Universitaria Peronista y
Montoneros, detenido en 1975.
- Roberto
Luis Oglietti: Estudiante de recursos naturales, integrante del PRT,
reconocido por su humanidad y capacidad de contener a otros presos.
- José
Pobolo: Comerciante, muy humano e ingenioso, se incorpora al PRT. Se
entrega a la policía federal para proteger a su familia, convencido de la
lucha revolucionaria. Su frase "Vos vas a morir como un chancho
burgués y yo voy a morir luchando" refleja su convicción.
- Celia
Raquel Leonard de Ávila: Maestra, estudió psicología y letras, de gran
sensibilidad social y muy cristiana, integrante de la Juventud
Universitaria Católica y posteriormente del PRT. Detenida embarazada.
- Benjamín
Leonardo Ávila: Esposo de Celia, con formación en seminario y
filosofía, integrante de la JUC y PRT, comprometido con los pobres.
- Marcelo
Walter Businger: De Rosario, militante de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias, posteriormente Montoneros.
- Evangelina
Mercedes Bota de Nicolá: Maestra de niños con capacidades diferentes,
licenciada en psicología, militante del PRT, amaba la lectura, la música y
"la lucha por un mundo mejor, un mundo donde no hubiera tantos para
unos pocos ni tan pocos para tantos, donde la justicia digera presente y
donde la memoria perdurar."
2. Resistencia y Denuncia del Gobierno Actual
En el marco de un encuentro de profunda memoria y
reivindicación, los participantes expresaron una contundente resistencia y
denuncia hacia el gobierno actual, delineando una crítica incisiva a sus
políticas y un llamado urgente a la acción. Las intervenciones a lo largo del
evento dejaron en claro una clara postura de oposición, arraigada en la defensa
de los derechos humanos, la soberanía y la justicia social.
Una de las denuncias centrales se centró en la naturaleza
represiva del gobierno, caracterizada por un incremento en las atribuciones
otorgadas a las fuerzas de seguridad y la policía. Se mencionó explícitamente
el "Operativo Roca", un despliegue de fuerzas militares en la
frontera norte, ante el cual la mesa organizadora tomó acciones, presentando un
habeas corpus a través del abogado Martín Plaza. Este operativo es visto
como una excusa para "sembrar miedo, terror en las poblaciones que están
en la frontera de nuestro país". La esperanza, aunque escasa en la acción
judicial, reside en que "los pueblos que están en las fronteras y los
pueblos de todo el país se hagan cargo y le digan no al operativo Güemes, y al
operativo Roca y a todos estos operativos". La colaboración con el Comité
contra la Tortura para denunciar "algunas medidas del gobierno
provincial" también subraya esta línea de resistencia a la represión
estatal.
La crítica se extiende a la misma esencia de la democracia
que se vive en el país. Se cuestiona abiertamente: "¿qué democracia
estamos viviendo en estos momentos en el país?". Esta interrogante surge
en contraposición a la narrativa oficial que "publicitan los medios, que
si a Milei le va bien, a nosotros nos va a ir bien". Los oradores
enfatizaron que el pueblo que ama a su país se distingue radicalmente de
"el gobierno que tenemos ahora". La percepción de un gobierno con una
"característica... cada día más represivo" se alinea con la creencia
de que se está lejos de los valores democráticos.
En consecuencia, la consigna más potente y directa que
surgió fue: "fuera Milei". Se argumentó que el presidente
"se tiene que ir para que el pueblo argentino... “pueda recomponer sus
organizaciones que han sido diezmadas por las políticas de este gobierno".
Esta exigencia no es solo política, sino que está ligada a necesidades
fundamentales: "para que coman los niños de los sectores vulnerables, para
que los jubilados tengan derecho, para que las ciencias, la tecnología, las
artes sigan floreciendo como siempre en este país". La denuncia también
incluyó a la vicepresidenta, a quien se calificó de "apóstol del
negacionismo" y de "hacer apología del terrorismo de estado".
Ante este panorama, el llamado a la acción fue claro y
contundente. Se instó a los compañeros y compañeras a "ponerse firmes
todos a la lucha, todos a la organización y todos a las calles para seguir
resistiendo y levantando en alto las banderas de estos compañeros que hoy
estamos homenajeando". A pesar de que "cada vez somos menos", la
convicción es que se mantiene "la misma fuerza de siempre". La
necesidad de la unidad en la organización fue un punto recurrente, destacando
que en el pasado, a pesar de las diferencias, supieron mantener la unidad para
honrar la memoria.
Finalmente, la visión de resistencia se enmarca en un
contexto de esperanza por "tiempos mejores", a pesar de observar una
"derechización" generalizada en la política. La militancia y la
organización se presentan como el camino para "salir de la tristeza"
y del lugar donde "nos quisieron poner quienes no permitían construir una
patria justa y la justicia social que tanto anhelaba la generación de los
70". La memoria de los compañeros asesinados y desaparecidos, junto con la
consigna "Nunca Más", actúan como el motor para esta resistencia
continua. La lucha no solo es contra las políticas internas, sino que también
se extiende al repudio de acciones internacionales, como el "genocidio
Palestina", y a la advertencia de no ser "metidos en una guerra".
El período reciente en Argentina fue marcado por profundas
preocupaciones en el ámbito de los derechos humanos y la seguridad, con
denuncias sobre la implementación de operativos militares y la apología del
terrorismo de Estado. Estas acciones generaron un ambiente de inquietud en
diversos sectores de la sociedad.
En el contexto de la represión, se señaló el despliegue de
fuerzas militares en la frontera norte a través de lo que se denominó
"Operativo Roca" y el "Operativo Güemes". Estas operaciones
fueron percibidas como herramientas destinadas a "sembrar miedo, terror en
las poblaciones que están en la frontera de nuestro país." A pesar de las
dificultades encontradas con los hábeas corpus que fueron presentados para
contrarrestar estas acciones, se mantuvo la esperanza de que "los pueblos
que están en las fronteras y los pueblos de todo el país se hagan cargo y le
digan no al operativo Güemes, al operativo Roca y a todos estos
operativos," reflejando una resistencia popular frente a lo que se
consideraba una militarización de la vida civil.
Paralelamente, se encendió una alarma entre los defensores
de los derechos humanos por la "apología del terrorismo de estado"
que, según se denunció, habría sido realizada por la vicepresidenta. Este
señalamiento resonó con especial gravedad en un país que aún procesaba las
heridas de su pasado reciente, donde la memoria, verdad y justicia son pilares
fundamentales para la convivencia democrática. La mención de la apología de
tales crímenes fue vista como un retroceso en la consolidación de los derechos
humanos y un desafío directo a los consensos construidos en torno al repudio a
las violaciones sistemáticas ocurridas durante la última dictadura.
Ambos aspectos, la represión percibida a través de
operativos militares y la apología de un período oscuro de la historia,
contribuyeron a un clima de tensión social y política, poniendo en el centro
del debate la defensa de las libertades y garantías individuales.
En suma, el encuentro fue un espacio de denuncia
explícita de un gobierno percibido como represivo y perjudicial para el pueblo,
con un firme llamado a la resistencia organizada y unitaria, buscando un cambio
profundo que permita la construcción de una patria justa y soberana, arraigada
en los valores de la memoria, la verdad y la justicia.
3. La Importancia de la Unidad y el Legado de los
70
La conmemoración de la Masacre de Palomitas puso de
manifiesto un tema recurrente y vital: la imperiosa necesidad de la unidad
entre las diversas facciones y generaciones, junto con una profunda
reivindicación del legado de la militancia de los años 70.
Un orador lamentó la existencia de "dos actos por esta
masacre," en referencia a otro acto realizado en horas de la tarde por
otras organizaciones, y abogó fervientemente por la "unidad”. “Mucha
unidad para futuros homenajes”. Esta unidad se consideró fundamental para
construir "una agenda que sea un piso para todos los que viven en esta
patria y en la patria grande," destacando la visión de un futuro
compartido y equitativo.
Se hizo hincapié en la trascendental transición de "ser
víctimas a pasar a ser parte de organizaciones políticas que abrazamos la
memoria y la verdad y la justicia." Este paso fue interpretado como una
forma de "salir de la tristeza, es salir del lugar en donde nos quisieron
poner quienes no permitían construir paz
y la justicia social que tanto anhelaba la generación de los 70." Se
afirmó que "es el camino y el camino tiene que ser el encuentro,"
subrayando la importancia de la acción política y la reunión para superar el
dolor y avanzar hacia los ideales de aquella generación.
Un participante aportó una perspectiva crítica al recordar
que "la persecución también fue dentro del mismo gobierno peronista y el
mismo Perón a los compañeros montoneros los insultó el primero de mayo."
Este punto buscó una reflexión más amplia sobre la necesidad de que "el
pueblo se una... en repudio a todos estos gobiernos, inclusive en el gobierno
anterior y en el otro anterior. Hubo presos políticos y no reconocemos eso,"
apelando a una memoria más inclusiva de las luchas y persecuciones, incluso
dentro de períodos democráticos.
Asimismo, se hizo un emotivo llamado a recordar la lucha de
los presos políticos dentro de las cárceles, evocando el caso del
"Monito" Pistán, quien "compartió conmigo la prisión cuando se
[fugaron] los compañeros de Billuris, de Tucumán, estuvimos juntos en
Devoto." Se remarcó cómo "hemos combatido, hemos luchado dentro de
las rejas estudiando y con el apoyo de todos ustedes, los familiares,"
resaltando la resistencia y la solidaridad en condiciones extremas.
El evento se convirtió en un espacio crucial para la
reivindicación de la Generación del 70. Los "huérfanos" de esa época,
como la hija de María del Carmen Alonso de Fernández, buscaron ser nombrados y
reconocidos, reafirmando la importancia de que la memoria de sus padres y su
legado perdure y sea transmitida a las nuevas generaciones.
4. Solidaridad Internacional y Regional
La conmemoración de la Masacre de Palomitas trascendió las
fronteras nacionales, enlazando la lucha local con causas globales de justicia
y derechos humanos. En este contexto, se manifestó un explícito "repudio
al genocidio [en] Palestina," junto con la firme declaración de que
"no queremos que nos metan en una guerra como está haciendo el gobierno
nacional." Se hizo un llamado contundente "Por la paz,"
rechazando categóricamente "la guerra y el genocidio del pueblo palestino."
Esta solidaridad internacional se vio acompañada por un
importante apoyo regional. La "regional de derechos humanos del NOA"
(Noroeste Argentino) se adhirió formalmente al acto en conmemoración de los
compañeros y compañeras asesinados hace 49 años en el Paraje Palomitas,
subrayando la unidad y el compromiso de las organizaciones de derechos humanos
en la región con la memoria y la justicia de este trágico evento.
La Voz de Fernando Pequeño: Un Cierre que Aúna
Memoria, Resistencia y Unidad en el Acto de Palomitas
El cierre del emotivo acto conmemorativo de la Masacre de
Palomitas estuvo marcado por la significativa intervención de Fernando Pequeño
Ragone, nieto del exgobernador de Salta, el Dr. Miguel Ragone, quien fue
derrocado al año de gobernar y luego secuestrado el 11 de marzo de 1976. Sus
palabras, concisas y cargadas de emoción, encapsularon el espíritu colectivo
del encuentro y se vincularon profundamente con las tres principales ideas que
resonaron a lo largo de todas las exposiciones.
En primer lugar, su declaración de estar "presente acá
con todas y todos ustedes en este momento tan sentido año tras año"
reafirmó el compromiso inquebrantable con la Memoria, Verdad y Justicia.
Esta presencia anual subraya la promesa de "ni olvido ni perdón" y la
determinación de seguir honrando a los compañeros y compañeras asesinados hace
49 años en el Paraje Palomita, cuya memoria debe permanecer "presente
ahora y siempre", como un "piso para todos" en la construcción
de una agenda. Su rol como "el pequeño de la organización Asociación
Ragone" también enfatiza la continuidad de esta labor de recuerdo y
reivindicación histórica.
En segundo lugar, aunque Fernando no explicitó una denuncia
directa al gobierno actual, su afirmación de que "cada vez somos menos,
pero tenemos la misma fuerza de siempre", pronunciada en un acto donde se
denunció un gobierno "cada día más represivo" y se exigió "fuera
Milei", representa un eco potente de la Resistencia y Denuncia del
Gobierno Actual. Su haber aprendido "a hablar poco y a sentir
mucho" alude a la profunda indignación por las políticas que, según los
oradores, "diezman" al pueblo argentino y contradicen el amor por el
país. La "misma fuerza" es la que impulsa a "decirle no al
operativo Güemes, al operativo Roca y a todos estos operativos" que buscan
"sembrar miedo, terror en las poblaciones", y a "seguir
resistiendo y levantando en alto las banderas" de los compañeros,
incluyendo el repudio al "genocidio Palestina".
Finalmente, las palabras de Fernando Pequeño Ragone
subrayaron la importancia de la Unidad y Organización para la Lucha. Al
declararse "presente acá con todas y todos ustedes", el nieto de
Ragone enfatizó el carácter colectivo y solidario de la conmemoración. El
reconocimiento de que "cada vez somos menos, pero tenemos la misma fuerza
de siempre" no es una rendición, sino un llamado a mantener la cohesión y
el "encuentro" que, como se señaló, caracterizó la unidad de los
compañeros en el pasado a pesar de sus diferencias. Esta unidad y organización
son fundamentales para "salir de la tristeza" y del lugar donde
"nos quisieron poner quienes no permitían construir una patria justa y la
justicia social", siendo la organización y la unidad fundamentales para la
lucha.
Así, el mensaje de Fernando Pequeño Ragone se convirtió en
un faro de esperanza y un recordatorio de la persistencia de una lucha que, a
pesar del tiempo y los desafíos, mantiene viva su esencia en la memoria, la
resistencia y la unidad del pueblo.
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