Esta obra de Ariel Basteiro nos ofrece un marco de análisis
ineludible para comprender las posibles ramificaciones de la actual política de
militarización de la frontera norte. Las conexiones no son meramente
anecdóticas; apuntan a continuidades en las doctrinas de seguridad, en las figuras
políticas que las impulsan y en los alineamientos geopolíticos que las
sustentan, invitando a un debate profundo y necesario sobre el rumbo que está
tomando la seguridad y la defensa en la Argentina de Javier Milei.
La presentación del libro "Radiografía de una
Canallada" del exembajador en Bolivia, Ariel Basteiro, en Salta, no
solo reaviva las acusaciones sobre el presunto apoyo del gobierno de Mauricio
Macri al golpe de Estado contra Evo Morales en 2019, sino que también proyecta
una densa sombra sobre las actuales políticas de seguridad del gobierno de
Javier Milei. La obra, que detalla el supuesto contrabando de armamento a
Bolivia con la presunta complicidad de altos funcionarios macristas como
Patricia Bullrich, hoy nuevamente a cargo de la cartera de Seguridad, abre un
abanico de posibles articulaciones estratégicas con la reciente decisión de
militarizar la frontera norte de Argentina con el pretexto de combatir el
narcotráfico.
El texto de Basteiro, que será presentado hoy lunes 4 de
agosto en la capital salteña, se centra en la investigación judicial que
involucra a Macri, Bullrich, Marcos Peña, Jorge Faurie y Oscar Aguad. Según la
denuncia, estos exfuncionarios habrían facilitado apoyo logístico y material
bélico a las fuerzas que derrocaron a Morales, un hecho que generó una profunda
crisis institucional en el país vecino. Las repercusiones del libro en
Argentina se han concentrado, hasta ahora, en medios de comunicación y círculos
políticos afines al campo popular, que ven en la denuncia una prueba de la
injerencia indebida y los manejos oscuros de la anterior gestión de gobierno.
La presentación en Salta, provincia clave en la geografía
del norte argentino y directamente implicada en la nueva política de seguridad,
adquiere una relevancia particular. Es en este escenario donde se pueden tejer
las articulaciones estratégicas entre el pasado denunciado por Basteiro y el
presente de la política de seguridad nacional.
Relaciones del Golpe de Estado en Bolivia de 2019 con la militarización de la frontera norte de 2025
1. Continuidad de una Doctrina de Seguridad y la Figura de Patricia Bullrich:
La principal y más evidente articulación es la figura de
Patricia Bullrich, protagonista en ambos escenarios. En 2019, como Ministra de
Seguridad de Macri, es una de las principales acusadas en la causa por el envío
de material represivo a Bolivia. Hoy, en el mismo cargo bajo la presidencia de
Milei, es la cara visible del "Plan Güemes" y la impulsora del
despliegue de las Fuerzas Armadas en la frontera norte.
Desde una perspectiva crítica, se puede argumentar que
existe una continuidad en la doctrina de seguridad. En el caso de Bolivia,
según la denuncia, se habría utilizado la Gendarmería para una operación de
presunta injerencia externa con fines políticos. Hoy, se busca modificar la Ley
de Seguridad Interior para permitir que las Fuerzas Armadas, tradicionalmente
abocadas a la defensa ante agresiones externas, asuman roles de seguridad
interna en la lucha contra el narcotráfico. El propio Basteiro ha cuestionado
públicamente la "autoridad moral" de Bullrich para liderar la lucha
contra el contrabando, dada su presunta implicación en el caso boliviano.
Esta articulación sugiere que, más allá de los gobiernos,
podría existir una visión de la seguridad que prioriza la mano dura y la
utilización de la fuerza militarizada, ya sea para intervenir en la política
regional o para controlar el territorio nacional.
2. La Construcción de un "Enemigo Interno" y la Legitimación de la Militarización:
El relato del gobierno de Milei para justificar la
militarización de la frontera se centra en la amenaza del narcotráfico,
presentándolo como un enemigo formidable que requiere una respuesta
excepcional. La obra de Basteiro, al denunciar una operación clandestina de
envío de armas para reprimir la protesta social en Bolivia, ofrece un
contrapunto inquietante.
La articulación estratégica aquí reside en cómo la
construcción de una amenaza puede servir para legitimar acciones que, en otras
circunstancias, serían cuestionadas. En 2019, la "amenaza" implícita
era el gobierno de Evo Morales y sus bases sociales. Hoy, es el narcotráfico en
la frontera norte. En ambos casos, la respuesta propuesta es de naturaleza
militar o cuasi-militar.
Desde una visión analítica, se podría plantear que la lucha
contra el narcotráfico, si bien es un problema real y acuciante, puede ser
utilizada como un significante vacío para justificar un mayor control social y
una militarización de la vida civil en zonas estratégicas, ricas en recursos
naturales y con presencia de comunidades originarias y movimientos sociales.
3. Geopolítica Regional y Alineamiento Internacional:
El presunto apoyo al golpe en Bolivia en 2019 se inscribe en
un contexto de realineamiento geopolítico en la región, con el gobierno de
Macri buscando una mayor sintonía con Estados Unidos y sus aliados. La
administración de Milei ha profundizado drásticamente este alineamiento.
La militarización de la frontera norte puede ser
interpretada no solo como una política de seguridad interna, sino también como
un gesto geopolítico. Al desplegar al ejército en una zona caliente y
fronteriza, el gobierno argentino podría estar enviando una señal a sus socios
internacionales sobre su compromiso con una agenda de seguridad regional de
"mano dura", en contraste con las políticas de otros gobiernos de la
región.
Expertos en defensa y relaciones internacionales advierten
que la militarización de la lucha contra las drogas ha demostrado ser ineficaz
y contraproducente en otros países de América Latina, llevando a un aumento de
la violencia y las violaciones a los derechos humanos, sin resolver el problema
de fondo. La obra de Basteiro, al recordar un episodio de presunta
intervención, alimenta el debate sobre si la actual política de seguridad
responde a un diagnóstico certero de las necesidades de Argentina o a un alineamiento
ideológico y geopolítico más amplio.
4. El Papel de Salta como Epicentro:
La elección de Salta para la presentación del libro y como
base de operaciones del "Plan Güemes" no es casual. Nuestra provincia
no solo comparte una extensa y porosa frontera con Bolivia, sino que es un
territorio con una compleja realidad social, económica y política. La
militarización impactará directamente en la vida de sus habitantes.
El debate que se busca generar con la presentación del libro
de Basteiro en Salta es una invitación a la sociedad local a reflexionar sobre
las implicancias de las políticas de seguridad que se diseñan en Buenos Aires y
que tienen un correlato directo en su vida cotidiana. La memoria del evento
boliviano, con sus trágicas consecuencias, funciona como una advertencia sobre
los riesgos de la utilización de la fuerza sin los debidos controles y con
fines que pueden exceder la declarada lucha contra el delito.
Esta obra de Ariel Basteiro nos ofrece un marco de análisis
ineludible para comprender las posibles ramificaciones de la actual política de
militarización de la frontera norte. Las conexiones no son meramente
anecdóticas; apuntan a continuidades en las doctrinas de seguridad, en las figuras
políticas que las impulsan y en los alineamientos geopolíticos que las
sustentan, invitando a un debate profundo y necesario sobre el rumbo que está
tomando la seguridad y la defensa en la Argentina de Javier Milei.
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