La Mesa de Derechos Humanos de Salta impulsa una acción colectiva contra la Ley Orgánica Policial en un contexto de ataques políticos y negacionismo de derechos. La abogada Verónica Molina y diversos colectivos presentan un Amicus Curiae en apoyo a un Habeas Corpus colectivo que cuestiona el polémico artículo 18 de dicha ley, denunciando su carácter inconstitucional y sus implicancias represivas. La iniciativa busca unir a generaciones y organizaciones diversas para defender las libertades básicas, resaltando la necesidad de una transformación estructural frente a la violencia institucional y el retroceso en derechos humanos.
El calor de la tarde se condensa en la sala. Hay una
urgencia palpable que no solo se debe a la temperatura, sino al tiempo que
corre en contra: la abogada Verónica Molina, figura central del encuentro, se
tiene que ir a las seis y media. En esta reunión de la Mesa de Derechos Humanos
de Salta confluyen militantes históricos y una nueva generación de dirigentes
estudiantiles de la Universidad Nacional de Salta. No es un encuentro más. Es
una convergencia necesaria en un clima político nacional que ataca frontalmente
su trabajo, en un país donde un expresidente habló del "curro de los
derechos humanos" y el gobierno actual promueve políticas negacionistas.
En este contexto, una batalla legal en Salta adquiere la dimensión de una
trinchera nacional.
Molina, integrante de la Asociación Miguel Ragone, está aquí
para exponer una acción jurídica clave: la presentación de un Amicus Curiae
en apoyo a un Habeas Corpus colectivo. La iniciativa, que busca frenar
una peligrosa ley policial, representa un tejido de resistencias, una alianza
estratégica entre organizaciones que, aunque con trayectorias distintas, hoy se
unen para defender las libertades más básicas.
Un Puente Inesperado: El Habeas Corpus de ALFA
La lucha comenzó con la presentación de un Habeas Corpus
por parte de la organización ALFA. Se trata de un colectivo de abogados
militantes que, según describe un miembro de la Mesa, "defienden a la
gente". Su particularidad radica en una "tradición profunda de
derechos humanos, pero sin embargo no están conectados con la tradición que
nosotros reivindicamos". Sus raíces se hunden más en la militancia gremial,
operando históricamente en una esfera paralela a la de los organismos
tradicionales.
Este nuevo frente es un esfuerzo deliberado por "hacer
puentes, relaciones, conectar grupos". El protagonista de la acción de
ALFA, el Dr. Álvaro Camacho, encarna la urgencia de esta lucha. No es un
teórico de la violencia estatal; la ha sufrido en carne propia. Fue detenido y
vejado mientras defendía a otra persona, una experiencia que le permitió
"pasar la cosa por el cuerpo" y comprender los mecanismos de la
violencia institucional desde adentro. Su caso personal se convirtió en el
motor de una causa colectiva.
La Herramienta Jurídica: El Amicus Curiae
Verónica Molina, abogada que ha vuelto a su provincia para
"retomar esta parte militante", explica a los presentes la
herramienta que han elegido para sumarse a la causa. El Amicus Curiae,
define, es un "amigo del tribunal": una presentación que aporta
informes y situaciones específicas para que el o la la jueza las considere en
su decisión.
Esta no es una presentación individual, sino una acción
colectiva que une a la Asociación Ragone con numerosos representantes de la
Mesa de Derechos Humanos. El objetivo es robustecer el Habeas Corpus
original con argumentos que demuestren el carácter inconstitucional y lesivo
del artículo cuestionado de la ley policial.
En la Mira: El Polémico Artículo 18
El objetivo de ambas acciones es el artículo 18 de la Ley
Orgánica Policial de Salta. Molina lo resume con crudeza: "avasalla muchos
derechos, entre eso el derecho al tránsito, a la libertad". La norma,
argumentan, otorga a la policía una discrecionalidad peligrosa, permitiéndole
detener a cualquier persona simplemente por tener "cara de
sospechoso", sin que medie la comisión de un delito.
El argumento central es que esta ley provincial, por más
orgánica que sea, está por debajo de los tratados internacionales de derechos
humanos con jerarquía constitucional. Su contenido, lejos de ser un progreso,
representa un claro "retroceso" en materia de derechos conquistados.
Memoria, Interseccionalidad y un Desafío a la Estructura
El Amicus Curiae va más allá de un análisis puramente
jurídico, adoptando un enfoque transversal para desnudar la complejidad del
problema. La estrategia se basa en varios pilares:
- Enfoque
Transdisciplinar: El informe integra elementos de la sociología, la
psicología y, fundamentalmente, la memoria colectiva para contextualizar
el impacto de la ley.
- El
"Efecto Espejo": La estrategia busca trazar un paralelismo
entre la represión actual y la de la década de los 70. El objetivo,
explica Molina, es mostrarle al tribunal que la nueva legislación no es un
"avance" sino un "retroceso" y evidenciar la
continuidad en las prácticas represivas del Estado.
- Perspectiva
Interseccional: La acción conecta las luchas de diversos colectivos
sistemáticamente vulnerados por el accionar policial: jóvenes detenidos
por "averiguación de antecedentes", vendedores ambulantes y
"trapitos" criminalizados, y la comunidad trans, cuya lucha por
la identidad consagrada en la ley se ve amenazada.
- Transformación
Estructural: La presentación incluye un argumento fundamental que
eleva la discusión. "Lo que agregamos nosotros es decir que no basta
con lo punitivo, sino que la transformación tiene que ser
estructural", se afirma en el documento. El problema no es solo un
policía que abusa, sino el andamiaje político que sostiene esa estructura
represiva.
El caso del habeas corpus presentado por la Organización
ALFA está en manos de la jueza Mosman, una figura que genera una cautelosa
expectativa en las organizaciones por ser descrita como "bastante progre,
humana" y, sobre todo, "muy seria" en su trabajo.
El Llamado a la Acción: Vulnerabilidad y Nuevas Estrategias
"Necesitamos la participación de toda la sociedad para
que los jueces le den atención a esto", afirma un militante. Esta frase,
más que un eslogan, es el reconocimiento de una crisis. La necesidad de apoyo
social nace de una autocrítica profunda sobre la incapacidad del movimiento
para conectar con las nuevas generaciones. "Seguimos manejando esquemas de
comunicación, utilizando un lenguaje del año de Ñaupas, que no llegan",
admite uno de los presentes.
La cruda realidad es que, según sus propios análisis,
"hoy el 70% de los jóvenes está con" la nueva derecha. Este
diagnóstico obliga a un cambio de estrategia. El llamado al Centro de
Estudiantes de Humanidades y a los participantes del encuentro LGTBQ+
"Tejeríos" no es solo para sumar firmas, sino para pedir ayuda, para
encontrar nuevas formas de comunicar. Necesitan aprender a usar las
herramientas de hoy —videos de 30 segundos, TikTok, "reels"— para que
su mensaje no quede aislado en un grupo cada vez más reducido.
Construir Puentes Contra el Retroceso
La iniciativa impulsada en Salta es mucho más que una
disputa legal. Es un esfuerzo consciente por "hacer puentes, relaciones,
conectar grupos" que durante años han luchado de manera fragmentada. Es
una batalla contra la reinstalación de "viejas estructuras"
represivas que, aunque se vistan con leyes nuevas, perpetúan las lógicas
autoritarias del pasado.
En un momento en que los cimientos de los derechos humanos
son atacados desde el poder central, esta confluencia en Salta emerge como un
laboratorio de resistencia. La colaboración entre organizaciones de distintas
tradiciones y la búsqueda desesperada de un nuevo lenguaje para dialogar con
los jóvenes se presentan como la única herramienta posible para defender,
colectivamente, las conquistas de la democracia.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario