Viernes 13. Teatro Cervantes. Bs. As.
Mesa Nuevas izquierdas y tradiciones populares en Europa
Participantes:
Moderador: Pedro Brieger (Argentina).
Germán Cano es Profesor Titular de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). Especializado en filosofía contemporánea, ha publicado varios libros y trabajos centrados en torno a problemas sociales y políticos relacionados con el surgimiento de la noción de subjetividad en la era moderna y sus consecuencias políticas. Participó activamente en el 15M dentro de Asamblea Análisis Sol y ha colaborado en los últimos años con varios movimientos sociales y ciudadanos Actualmente también colabora regularmente con distintos periódicos (El País) y suplementos culturales de la prensa española. (https://twitter.com/fdeflaqueza)
Estuvo presente en el foro por la Emancipación y la Igualdad en el Teatro Cervantes de Bs. As.
Sorprendido de ver un edificio lujoso como el Teatro Cervantes, al servicio de unas clases populares que quieren pensar a cerca de la emancipación y de la igualdad; al tiempo a político de primera línea usando un lenguaje teórico popular, Germán Cano piensa que es un deseo a logar para España. Reivindica el uso del concepto 'izquierdas' en plural.
Parte de una pregunta: que sentido tendría apostar por las izquierdas, cuando se desgarra la continuidad histórica y las herencias populares de la política se ven sometidas y degradadas por las ideologías neo liberales hegemónicas.
Ve en las izquierdas españolas, una perdida de la tradición y de la identidad, una renuncia a la memoria histórica en un mundo donde la tecnología de la información irrumpió para dejar profundas transformaciones. Actualmente, la estructura de la cultura de masas en que se piensa la política, está impregnada de comunicación. Y sin embargo es un momento en el que se pierde la capacidad de orientación en el mundo, porque las nuevas tecnologías (redes sociales, whatsapps, etc.) impulsan a la fragmentación y a la discontinuidad de la experiencia. La información hoy dia más que cohesionar, sacude y fragmenta. Advierte que el análisis político lo hace en un contexto capitalista que luego de los sesenta en todo el mundo, ha sido capáz de cooptar todos los movimientos sociales.
Entiende la necesidad de un cambio radical en la manera de percibir los problemas y pensar de las izquierdas y refiere concretamente a una relación entre nueva izquierdea y tradiciones populares, la que implica mayor sensibilidad y comprensión de las izquierdas (sobre todo en España, dice): saber reconocer la necesidad de un aprendizaje político nuevo para un mundo que ha cambiado.
Intenta explicar el surgimiento político del partido PODEMOS en la sociedad española, ligado al proceso de manifestaciones sociales del movimiento 'los indignados'. Observa que el fenómeno del El 15 M es la causa de Podemos, un relación necesaria. Y cree que hay dos tipos de interpretación en juego sobre el 15M, de ambas lecturas hegemónicas se separa PODEMOS.
Una lectura es 'endógena'. Entiende que las manifestaciones del 15M eran parte de un proceso del nuevo capitalismo de los ulimos tiempos que podía ser reconstruido analíticamente, nada nuevo. Subyace a un postulado tradicional en política que dice que lo social en ultima insancia determina lo político, lugar en el que se acumulan las fuerzas que se generan en lo social. Subyace una compresión de lo que es una sociedad en término de 'mulitudes', en el sentido que le dan al concepto autores como Negri y Hard.
Por otro lado, PODEMOS se distancia también de la lectura exógena del fenómeno de la indignación. Se la interpreta como un escenario que se opone a una ciudadania pura y apolítica y a un poder institucional estructurado de manera hermética; sin pensar la cantidad de relaciones que median entre ese pueblo puro y el poder estatal.
Para muchos analistas políticos, había una sensación de victoria en los movimientos de los indignados, por la politización ascendente y la cantidad de manifestaciones y asambleas. Veían que las propias contradicciones del sistema generan su propia destrucción. Desde PODEMOS paradojalmente veíamos que el capitalismo era cada vez mas depredador y privatizaba cada vez más rapido. Nos preguntábamos como era posible que fuéramos ganando y estábamos en la peor situación posible.
Esta posición de quienes veían una cierta victoria, subestimaba la capacidad de cooptación del Poder (basada en la idea que el Poder es siempre reactivo y dice que NO); a la vez que alentaban la idea que es siempre la base social y su lucha, la que mueve el hilo de la historia. Pero el sistema tiene una gran capacidad para cooptar la propia resistencia, lo cual nunca puede dejarse de lado en los análisis políticos. También los triunfalistas subestimaban el escenario politico en termino de antagonismo. Para PODEMOS no se trataba ni de capitalismo ni de burguesía, sino de antagonismos; y por eso se empezó a usar el viejo concepto de 'castas' que permitía introducir el antagonismo como parte del campo y del quehacer político. Los movimientos sociales y políticos no usaban ese término. Y claro que el sistema de dominación tampoco lo usará, porque devela el conflicto como parte de la política y tira por el suelo la delicada idea de igualdad tan significativa para quien detenta hegemonía.
La lectura exógena impedía también en otros términos ver lo que pasaba. Se usó el concepto 'indignación', despolitizándolo en términos de una queja individual frente al sistema. Apareció un desprecio de la capacidad política de la sociedad civil.
el historiador Tompshon introduce en sus análisis sobre los saqueos a las iglesias, el concepto de 'Economía Moral' para criticar el término 'motín', o 'botín' utilizado por historiadores clásicos a la hora de analizar a los bandidos del medioevo. El historiador dice que es un concepto que oculta más de lo que muestra al no considerar al pueblo como parte de la política. Lo mismo sucedió en los análisis políticos a cerca del 15 M. No se trata solo de condicionantes materiales, pero advierte sobe el análisis de lo político como si fueran solo revelaciones del estomago de las clases populares. No se advirtió que en esas manifestaciones en las plazas subyacía una 'economía moral', y trazaba una gramática en virtud de la cual la insatisfacción individual se expresaba en términos políticos. No se podía desnaturalizar ni despolitizar la indignación, pensando que era una rebelión juvenil que en el fondo no entrañaba nada serio.
PODEMOS introduce una disputa ideológica sobre el sentido del planteo de los indignados. Con una lógica a contrapelo del 'emprendedurismo' neoliberal. La lógica del emeprendimiento (emprendendores de nosotros mismos) neoliberal, es SI TUQUIERES PUEDES. Bastaría con un esfuerzo subjetivo para solucionar cualquier problema. Una idea del poder como auto afirmación individual se antepone al PODEMOS en sentido social. Si Podemos, es porque PODEMOS en plural, y no por un aislamiento respecto de los demás.
Cuando las familias de clasese medias se vieron privadas de sus casas, sentina mucha vergüenza, proque no podian ver el fenómeno politioco y pensaban que habían hecho algo malo ellos. En eso PODEMOS trabajo mucho. El problema era convertir esa vergüenza individual en un acto político, No es solo la propia lógica de la crisis económica o del hecho social en bruto, lo que genera politización; sino que son necesarias mediaciones entre la crisis económica y el discurso; la inclusión de una gramática política, que transforme la percepción aislada individual, en un significante comunitario y político.
En el caso del movimiento de los indignados en España, se hace desde una situación de orfandad y pobreza y no desde una memoria social. En el presente, lo que queda por hacer, es entender esa memoria histórica que siempre existe, aunque no sea evocada directamente, desde una nueva gramática en construcción.
Podemos nació entre una lectura endogenea y otra exógena del movimiento de los indignados. No se trata de decir lo que la gente quiere oir, sino lo que la gente piensa. Porque la gente es un sujeto politico que puede decir cosas y no un mero objeto manipulable. Es también necesario apelar a una dimenison afectiva para dar una nueva oportunidad a la lógica de la distinción. Se trata de profundizar una politica plebeya y popular. No es tanto lo viejo contra lo nuevo, sino la vehiculación de lo nuevo. Lo afectivo es entrar en terreno difícil: el problema estético y el papel de los afectos a la hora de construir poder político para la construcción del entramado social. Hay que mirar al pueblo en su vertiente más solidaria, planteando valores como la corporalidad y la sensualidad, la desmitificación del poder. Hoy se esta en la cultura del miedo y hay que transitar a la cultura de la ilusión. Y va a vencer la cultura de la ilusión.