En Vª Asunción con la presencia de los integrantes de la red interinstitucional concluyó el proyecto "Deporte, Salud y Recreación"
Finalizó el
proyecto coordinado y accionado por la red interinstitucional de Villa Asunción
“Deporte,
Salud y Recreación para jóvenes” ,cumpliendo con las expectativas y
reafirmando la necesidad de profundización de un trabajo institucional cada vez
más articulado y sólido orientado a un fragmento tan importante y a la vez
-muchas veces- desestimado de la sociedad civil: la niñez.
Durante todo
enero y parte de febrero y por medio de actividades lúdicas, recreativas,
deportivas, artísticas y didácticas se promovió la integración grupal de los
jóvenes y fomentó la capacidad reflexiva e incentivó la importancia del trabajo
en equipo, el compañerismo, la socialización, el respeto y la tolerancia mutua
y hacia los demás.
Las colonias de
verano son un espacio de convocatoria y reunión de jóvenes que al estar exentos
temporalmente de horas escolares
vuelcan, generalmente, su tiempo de ocio al expuesto ámbito de la calle. Por
tal motivo el proyecto se estructuró como un instrumento no solo de
integración, sino también de seguimiento de los jóvenes. Es decir, no solo se
configuró un espacio de esparcimiento lúdico, sino que -y en destacada
colaboración de los compañeros del CIC de Vª Asunción- fue posible la
derivación y atención de aquellos chicos con problemas o necesidades de salud
física y emocional, propiciando el cuidado médico, odontológico, nutricional y
psicológico de los adolescentes que así lo requerían; y se motivó el
aprendizaje de prácticas deportivas que por finalidad fundamental tuvieron
despertar, por parte de los jóvenes, el interés por su cuerpo y su salud, desarrollando
hábitos saludables. Los jóvenes que practican deporte son menos propensos al
consumo de drogas o a la ingesta de alcohol y el uso del cigarrillo. “Deporte,
Salud y Recreación” no se trató de un mero slogan llamativo. Tuvo su lado
práctico y concreto efectivizado y materializado en la excelente labor médico
asistencial de los trabajadores comunitarios del CIC.
Recordemos brevemente
algunas de las actividades realizadas en el transcurso de la colonia.
Actividades deportivas (fútbol, pileta, etc.) que contribuyeron no solo al
desarrollo físico motriz, sino también a elevar el autoestima de los niños,
incentivar la socialización y el respeto mutuo, elementos básicos para el
autocontrol y la potenciación de la tolerancia, disminuyendo, así, los brotes de
violencia (agresiones, bulling, xenofobia, etc.). Encuentros mediados por
cortos audiovisuales disparadores de debate y reflexión reforzaron la profundización de estos valores.
Propiciaron, a propuesta de los mismos jóvenes, la expresión de ideas por
medios artísticos como el teatro en los cuales el cuerpo se desenvolvió como herramienta
de exteriorización de los entendimientos y saberes generados, pero además de
manifestación de las necesidades de escucha de sus prioridades.
En otra
actividad, los chicos realizaron visita guiada al Mercado Artesanal de la
ciudad de Salta brindándoles un encuentro cercano con nuestra historia y los
trabajadores que materializan y mantienen viva esa historia con sus artesanías.
Con la colaboración del payaso Coco Loco, los jóvenes cerraron aquella jornada
con diversión y sonrisas.
Muchos fueron los
rostros y personalidades que conocimos, otras tantas las vivencias compartidas, y ciertamente quedó demostrado, a las
claras, lo primordial que resulta presentar a los jóvenes (niños o
adolescentes) como actores sociales de pleno derecho, en vez de un sujeto
pasivo dentro de la sociedad. Esto implica que los niños sean considerados como
individuos competentes, miembros fuertes y partícipes de la sociedad y como personas capaces, expertos en sus
propias vidas y poseedores de conocimientos e intereses.
Escuchar la voz
del niño/adolescente amplía la visión que podemos tener sobre la realidad social
que transitan y amplía los márgenes de actuación de los agentes públicos o
privados, civiles y políticos que deben intervenir activamente para el mejoramiento de sus
niveles de vida; teniendo en cuenta que siempre ha sido una voz -la del niño- silenciada
frente a la visión y perspectiva hegemónica de los agentes adultos, tanto familiares como escolares, la
juventud tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir la realidad. Escucharlos
es una manera de incluirlos.
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